Sheinbaum, Ebrard y Adán Augusto dan mensaje de unidad; reciben vítores de “¡Presidenta!”, “¡Presidente!”
Tres de los aspirantes a la Presidencia en 2024 marcharon junto al mandatario Andrés Manuel López Obrador para refrendar su apoyo y ofrecer un mensaje de unidad.
Al punto de reunión, en el Ángel de la Independencia, llegaron la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, y los secretarios de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, y de Gobernación, Adán Augusto López.
Minutos antes de iniciar la caminata, el momento con las tres corcholatas fue capturado en una selfie que compartió el canciller en sus redes sociales con la frase “en la marcha ya”.
El ausente fue el coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal Ávila, quien viajó a Madrid para asistir a la Reunión Interparlamentaria México-España.
Al inicio, los aspirantes escoltaron al Presidente, aunque la multitud que quería verlo retrasó el paso.
Un aplausómetro improvisado surgió al paso de cada uno de los presidenciables.
“¡Claudia, Claudia! ¡Presidenta, presidenta!”, fue una de las muestras de apoyo que replicaron los asistentes.
Debido a la gran cantidad de gente, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México buscaba la manera de que el Mandatario acelerara el paso, pero buena parte de Paseo de la Reforma avanzó lento por las personas que querían saludarlo o tomarse una foto con López Obrador.
Marcelo Ebrard y Adán Augusto López se fueron quedando poco a poco atrás. No obstante, Sheinbaum nunca se le despegó al Presidente.
El canciller también disfrutó su porra durante la caminata, ya que en varias ocasiones le gritaron “¡Presidente!”.
Aunque se adelantó a López Obrador, al responsable de la diplomacia también le costaba trabajo avanzar entre la multitud que lo detenía para chocar el puño, tomarse una selfie y hasta entregarle documentos. En su trayecto por Paseo de la Reforma, un hombre se acercó para intentar agredirlo, por lo que el canciller se replegó. Se aclaró que aparentemente el individuo intentó escupirle en la cara sin conocer el motivo, por lo que sus simpatizantes respondieron: “¡Fuera provocadores!”, mientras lo retiraban.
Sin mayores incidentes, el funcionario continuó su camino.
“No había visto una marcha de este tamaño nunca”, expresó orgulloso Ebrard al llegar a la plancha del Zócalo.
