Entre los detenidos, 13 de ellos en España, están las personas que desde Dubái dirigían las operaciones de narcotráfico entre Sudamérica y Europa, considerados los “señores de la droga”
Madrid.- La Guardia Civil española, en coordinación con Europol, desmanteló un supercártel de la cocaína, responsable de un tercio del mercado total de esta droga en Europa, y detuvo a 49 personas en varios países, entre los principales capos de la organización.
Entre los detenidos, 13 de ellos en España, están las personas que desde Dubái dirigían las operaciones de narcotráfico entre Sudamérica y Europa, considerados los “señores de la droga”, que estaban asentados en este emirato desde hace años, informó este lunes la Guardia Civil.
Los agentes decomisaron más de 30 toneladas de cocaína en diversos puertos europeos.
A los seis detenidos en Dubái y los 13 en España, nueve de ellos españoles, hay que añadir otros 30 en Francia, Bélgica y Países Bajos.
La organización había establecido su base en estos países coincidiendo con la localización de los puertos europeos más importantes, considerados como la principal puerta de entrada de estupefacientes a Europa.
Desde Dubái, donde se refugiaban los seis “señores de la droga” del cártel detenidos, se dirigían las diferentes células, con la convicción de estar en un santuario, donde se sentían intocables y llevando una alto nivel de vida.
La operación comenzó en marzo 2020 en el puerto español de Valencia (este), donde la organización pretendía introducir 698 kilos de cocaína.
Este hecho dio lugar a un amplio intercambio de información con numerosas agencias policiales de otros países.
Se comprobó que se había establecido en España una red que introducía contenedores con cocaína en distintos puestos del país y que habían conformado un complejo entramado societario de inversiones inmobiliarias en la zona de la Costa del Sol (sur) para blanquear los beneficios obtenidos con el narcotráfico.
Los agentes identificaron al líder de esta red, un ciudadano británico vinculado a la Costa del Sol, que tuvo que abandonar España cuando intentaron secuestrarle y que se trasladó a Dubái, desde donde seguía dirigiendo las actividades delictivas y mantenía contactos y negocios de narcotráfico con el resto de “señores de la droga” afincados en el emirato.
Igualmente identificaron al proveedor de la droga, un ciudadano panameño también afincado en Dubái, presunto responsable de la introducción de la cocaína en el puerto de Manzanillo de Panamá y que igualmente mantenía contacto con el resto de capos en el emirato.
La red disponía en España de dos estructuras, la encargada de la extracción de la droga en los puertos marítimos comerciales y otra para el blanqueo de capitales a través de sociedades.