Enero lo iniciamos con varias sorpresas, quizás la más llamativa fue volver a la realidad en la difícil cuesta de Enero. Inicio de clases y empiezan los gastos familiares, atrás quedaron las fiestas, los estrenos de ropa, calzado, compra de juguetes, muñecas para la operación Santa Claus y los Tres Reyes Magos.
Los asalariados recibieron la segunda parte del aguinaldo y con ello navegan sobre aguas no tan tranquilas, con el respaldo del salario mínimo que aunque mínimo sirve de buen soporte. Muchas familias como sucede siempre gastaron de más, hoy son clientes frecuentes del Tío Rico y otras casas de empeño, total luego se reponen esa es la consigna. Somos una sociedad que no se mide en gastos , no es nada ahorrativa, esa asignatura que debería ser elemental para fomentar en la familia nuevos valores ha sido retirada de las escuelas.
Recordemos que en la Primaria nos daban “alguito” para ahorrar y eso se acumulaba hasta fin de año, lo que nos permitía no solo el hábito sino la oportunidad de contar con algo de dinero.
Las autoridades educativas han modificado tanto los Planes de Estudio que lo adecuan ha sus malsanos propósitos, no solo la oportunidad del ahorro, también han retirado algo que incide en la formación de los jóvenes, Educación Cívica y Ética y con eso aumentó la pérdida de más valores.
Antes la sociedad era más pudorosa, más cauta, más prudente y respetaba a la familia, los Padres tenían su lugar y era un pecado faltarles al respeto. La vida era tranquila sin sobresaltos, los vecinos se conocían y convivían en fraternidad, era una socialización en donde todos se ayudaban, se hacían compadres y así transcurría la vida, menos robos, menos violencia, menos drogadicción, menos inseguridad, se sabía quien era el policía del pueblo, el ratero, el borrachín, el pizpireto, le de la falda caliente y rápida, el afeminado, y no había que indagar mucho cuando algo sucedía..
Hoy los tiempos han cambiado muy rápido, nuestra juventud no habla con propiedad, usan ropa estrafalaria, se tatuan el cuerpo y una vez que se ponen el primero, su piel se convierte en pizarrón hasta llenarlo, andan con audífonos escuchando música, fomentan relaciones insanas, mujer con mujer y hombre con hombre de manera pública sin pensar en la afectación de los infantes, parece que lo demás no les interesa. Cuanto se ha modificado la vida, cuanto hemos perdido y seguimos perdiendo ante la complacencia de las autoridades, hasta parece que es un plan con maña. Mientras menos participación exista, seguirán ellos disfrutando las delicias del poder..
Otros que andan dando tumbos son los no asalariados y los que practican el comercio informal, la carestía de la vida no es su aliada, la pobreza con niveles de miseria son sus acompañantes. Lo vemos en las grandes ciudades, esos reductos infames, los ghettos, las fávelas, los cinturones de miseria que se han formado por necesidad. Ahí triunfa el que tiene un poco más, el que es más listo. Son hacinamientos que existen pero se niegan a observarlos, a atenderlos, la autoridad prefiere gastar en parques, en banquetas, en electrificación, menos en la introducción de los servicios públicos..
Esa gente es su carne de cañón para los tiempos electorales, les prometen de todo, les hacen castillos en el aire y al final sus condiciones seguirán siendo las mismas..
Así recibieron el 2023 y seguirán en la eterna espera de mejorar sus condiciones, cosa que se antoja muy lejos de ser realidad. De nada sirve que te aumenten el salario si no detienen la escalada de aumentos, el porcentaje rápido se pulveriza y en esa carrera salarios-inflación siempre la gente sale perdiendo, no lo cree usted?…
Mejor seguiré cantando” a donde vamos a parar con esta hiriente y absurda actitud, demosle paso a la humildad y vamos a la intimidad de nuestras almas en total plenitud “…