“Más de 21 millones de personas precisan asistencia y protección en Yemen, esto es dos tercios de la población del país”, recordó este lunes el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, en la conferencia de alto nivel que se celebra en Ginebra con el fin de recabar recursos para financiar las operaciones humanitaria en esa nación.
La guerra civil que vive Yemen desde 2014 ha generado una de las crisis humanitarias más graves del mundo y, pese al trabajo de las organismos de ayuda , las necesidades de la población crecen cada día más en un entorno de muerte, desplazamientos masivos, destrucción, hambre y sufrimiento.
Por si la situación política fuera poco, Yemen está a la vanguardia de la crisis climática mundial, con desastres recurrentes como sequías graves e inundaciones que amenazan la vida, la seguridad y el bienestar de las personas.
En su discurso para el evento de alto nivel organizado por la ONU y los gobiernos sueco y suizo, António Guterres lamentó la falta de fondos suficientes para aliviar las carencias más básicas de los yemeníes e invitó reflexionar sobre las precarias condiciones de vida de estas personas.
Diferencia entre la vida y la muerte
“Estoy consciente de que las necesidades humanitarias del mundo son las más altas que jamás hayan existido y sé que los recursos son escasos. Pero también sé que su apoyo puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte. Hoy les solicitamos 4.300 millones de dólares para ayudar a 17,3 millones de las personas más vulnerables en Yemen”, dijo.
Guterres explicó que esos recursos permitirían mantener la labor vital de las agencia humanitarias, que el año pasado salvaron la vida de once millones personas al proveerles alimentos, agua limpia, albergue, protección y educación.
Agregó que gracias a esta asistencia y a la tregua de seis meses entre el gobierno y los houthis, dos millones menos de personas sufrieron hambre aguda y las 150.000 que se estaban al borde de la hambruna dejaron de estarlo.
“Pero estos avances son frágiles”, advirtió y subrayó que si el dinero se acaba, las agencias se verán forzadas a reducir sus operaciones o a suspender programas con el terrible costo humano que esto implica.
El acceso es tan vital como los suministros humanitarios
El titular de la ONU enfatizó asimismo que, además del apoyo financiero, el personal humanitario precisa acceso para llegar a los necesitados.
Detalló que la burocracia y la restricción de circulación, sobre todo en las áreas controladas por los houthies, dificultan la labor de socorro,
“Y pero aún, los trabajadores humanitarios son atacados cada vez más seguido”, alertó.
En este sentido, llamó a todas las partes en conflicto a facilitar el paso rápido y seguro de la ayuda humanitaria a todos civiles que la requieran, como lo establece el derecho internacional.
Para terminar, Guterres hizo hincapié en que si bien los yemenitas merecen el apoyo del mundo, también merecen una salida hacia la paz y una oportunidad de reconstruir sus comunidades y su país.
“La ayuda humanitaria es un parche, salva vidas pero no resuelve el conflicto”, recalcó, instando a renovar y extender la tregua este año para facilitar el avance del proceso político liderado por la ONU.
Inversiones necesarias
También exhortó a invertir en Yemen para impulsar la economía y restaurar los servicios básicos.
“La comunidad internacional tiene el poder y los medios para terminar con esta crisis. Eso empieza por responder a este llamamiento y desembolsar pronto los fondos que hacen falta. (…) Démosle esperanza al pueblo de Yemen”, concluyó el Secretario General.
El coordinar de Ayuda de Emergencia, Martin Griffiths, sumó su voz afirmando es imperativo que la comunidad internacional proteja y extienda los frágiles logros del año pasado respaldando a los millones de personas que están pagando el precio de esta crisis.
“Si bien es fundamental mantener las actividades que salvan vidas, la operación de ayuda no puede continuar a esta escala por mucho más tiempo. También se necesitan inversiones constantes y masivas para reconstruir y restaurar la economía, los servicios básicos y el desarrollo de Yemen. Esto ayudará a reducir el sufrimiento de las personas a largo plazo, así como la magnitud del llamamiento humanitario. Y lo que es más importante, el pueblo de Yemen necesita paz; sin ella, millones seguirán enfrentándose a niveles extremos de pobreza, hambre y sufrimiento”, puntualizó Griffiths.
Source: news.un.org