En una reunión sobre el camino hacia el 25 aniversario de la histórica resolución del Consejo de Seguridad 1325 sobre mujeres, paz y seguridad, la Premio Nobel de la Paz, Leymah Roberta Gbowee destacó que 23 años después de la aprobación de ese texto, “los hombres siguen haciendo la guerra, pero son incapaces de hacer la paz”.
La activista declaró que los Estados en conflicto fracasan a la hora de incluir mujeres en los procesos de resolución e instó a los países a incluir la participación de mujeres activistas locales al principio de la misión de paz; invitar a las mujeres a las mesas de diálogo como negociadoras y mediadoras y no solo observadoras; y financiar los planes de acción nacionales.
“Sin financiación y voluntad política, la resolución no se puede implementar”, destacó. También señaló que “hay que redefinir la paz; que no es solo la ausencia de la guerra, sino la presencia de condiciones que nos dignifiquen a todos”.
“Cuando nuestro presupuesto social sea mayor al presupuesto militar, empezaremos a ver sociedades más pacíficas”, aseguró.
La paz es la única respuesta
Por su parte, la directora ejecutiva de ONU Mujeres, destacó también los pocos cambios obtenidos durante los últimos 20 años en la composición de las mesas de paz o en la lucha contra la impunidad “que gozan quienes comenten atrocidades contra mujeres y niñas”.
Sima Bahous denunció la situación en distintos países como Afganistán, e instó a los países a actuar “con contundencia contra este apartheid de género” y encontrar “formas de apoyar a las mujeres y niñas afganas en su momento más oscuro”.
Bahous recordó que “las mujeres y sus hijos constituyen el 90% de los casi ocho millones de ucranianos que se han visto obligados a desplazarse a otros países (…) y el 68% de los millones de desplazados dentro de Ucrania” y denunció que ni la pandemia ni los problemas de la cadena de suministro han impedido superar los dos billones de dólares en gasto militar.
“La paz es la única respuesta, con la participación de las mujeres en el proceso”, sentenció.
Sima Bohaus ha pedido a los Estados miembros que exijan la participación de las mujeres en todas las reuniones y procesos de toma de decisiones en los que la ONU tiene autoridad y que se estos procesos caractericen por mandatos, condiciones, cuotas, asignaciones de fondos, incentivos y consecuencias en caso de incumplimiento.
La directora de ONU Mujeres destacó además la necesidad de encontrar mejores formas de apoyar a la sociedad civil y a los movimientos sociales en los países y de utilizar el catálogo del Fondo Humanitario y de Paz para la Mujer como una herramienta clave para canalizar fondos hacia las organizaciones de mujeres en países afectados por conflictos.
Cumplir la resolución, un reto y una prioridad
El debate estuvo presidido por la ministra de Asuntos Exteriores y Cooperación de Mozambique, Verónica Nataniel Macamo Dlhovo, quien destacó la importancia de llevar a cabo el debate para evaluar los resultados de la implementación de la resolución 1325.
“La agenda sobre la mujer, la paz y la seguridad constituye uno de los mayores retos y prioridades para la comunidad internacional, África, la Comunicad de Desarrollo de África Austral, y para Mozambique”, dijo.
Macamo enumeró distintos mecanismos existentes para reforzar la participación de las mujeres en las misiones de prevención y resolución de conflictos y misiones de paz, pero recordó que, a pesar de ser esencial, la intervención efectiva de las mujeres en estos procesos sigue siendo un reto. “Tenemos muchos instrumentos, el reto es aplicarlos plenamente“, aseguró.
La ministra denunció que las mujeres siguen siendo hoy en día las más afectadas por los conflictos a nivel global. “Los derechos de las mujeres continúan siendo violados y como resultado, la mayoría de los refugiados y desplazados internos en un país son mujeres y niños”, añadió.
Source: news.un.org