Nuevas herramientas deben mantener la atención mundial sobre las graves violaciones y crímenes contra la humanidad que se están cometiendo en Libia y hacer justicia a sus víctimas, declaró el lunes el Alto Comisionad de la ONU para los Derechos Humanos en la última sesión del Consejo de Derechos Humanos.
“Las autoridades libias, los grupos armados, los contrabandistas y los traficantes de personas no deben dar por sentado que los ojos de la comunidad internacional se han apartado ya de Libia”, declaró Volker Türk, Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.
Haciéndose eco de los llamamientos a la acción realizados por la Misión de Investigación Independiente sobre Libia, recientemente concluida, Volker Türk dijo que “es crucial redoblar los esfuerzos para garantizar la rendición de cuentas por las violaciones cometidas en el pasado y seguir vigilando la realidad sobre el terreno para prevenir futuras violaciones”.
Libia, rica en petróleo, vive sumida en la confusión desde el derrocamiento de Muamar Gadafi, su líder durante décadas, que ha visto cómo administraciones rivales y milicias beligerantes competían por llenar un vacío de poder.
El Gobierno de Acuerdo Nacional, reconocido por la ONU, tiene su sede en la capital, Trípoli, mientras las fuerzas del llamado Ejército Nacional Libio del general Jalifa Haftar controlan gran parte del este y el sur del país.
Llamamiento a un nuevo mecanismo
En su informe final, la Misión recomendó que la Oficina de Derechos Humanos de la ONU estableciera un mecanismo distinto y autónomo con el mandato permanente de vigilar las violaciones graves de los derechos humanos en Libia e informar sobre ellas, con vistas a apoyar los esfuerzos de reconciliación libios y ayudar a las autoridades libias a lograr la justicia transicional y la rendición de cuentas.
Dirigiéndose al Consejo el lunes, el presidente de la Misión, Mohamed Auajjar, compartió sombríos detalles, conclusiones y recomendaciones contenidas en su informe.
“La situación en Libia sigue siendo muy grave“, afirmó. “Las violaciones no cesan, y las libertades fundamentales y la situación de los derechos humanos se han deteriorado”.
Violencia generalizada
Después de realizar más de 400 entrevistas, recopilar más de 2800 elementos de información y llevar a cabo 13 misiones, entre ellas en Trípoli y Banghazi, así como en países como Italia, Ruanda, Malta y los Países Bajos, la Misión ha encontrado motivos razonables para creer que se cometieron crímenes de lesa humanidad contra libios y migrantes en toda Libia en el contexto de la privación de libertad desde 2016.
Los hallazgos confirmaron la práctica generalizada de la detención arbitraria, el asesinato, la tortura, la violación, la esclavitud, la esclavitud sexual y la desaparición forzada, dijo.
Los crímenes continúan
“La absorción rápida, profunda y continua de los grupos armados y sus líderes en las estructuras e instituciones afiliadas al Estado son motivo de gran preocupación”, advirtió Auajjar.
“Lamentamos que estos crímenes sigan cometiéndose hasta el día de hoy”, añadió.
El Alto Comisionado subrayó que su Oficina reforzará su labor en Libia, donde la situación de los derechos humanos sigue deteriorándose en medio de la violencia generalizada de los actores armados, el estancamiento político actual y la profundización de las restricciones al espacio cívico.
Represión de la sociedad civil
Expresó su profunda preocupación por la intensificación de la represión contra la sociedad civil, la más reciente de las cuales ha sido un decreto gubernamental por el que se declaran ilegales todas las organizaciones nacionales e internacionales de la sociedad civil registradas después de 2011.
“Las normas relativas a la sociedad civil deben respetar los derechos fundamentales de libertad de reunión y asociación, y no asfixiar y criminalizar la labor de quienes trabajan por un futuro para Libia basado en los derechos”, afirmó.
También subrayó la importancia de celebrar elecciones nacionales y de trabajar por una paz sostenible.
Source: news.un.org