“La llamada ‘economía verde’ no es un concepto nuevo para los pueblos indígenas. Es una forma de vida que se remonta a milenios atrás. Tenemos mucho que aprender de su sabiduría, conocimiento, liderazgo, experiencia y ejemplo”, enfatizó este lunes el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, durante la apertura de la 22ª sesión del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas.
Los pueblos indígenas han tenido históricamente claro que la salud del planeta y la salud de las personas van de la mano, por eso profesan un respeto profundo a la Madre Tierra y a toda forma de vida.
Esta filosofía no sólo los beneficia a ellos, sino a toda la humanidad. Sin embargo, la defensa de sus derechos, que implica el uso racional y sostenible de los recursos naturales, los hace blanco de ataques, injusticias y discriminación.
El Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas inauguró hoy su sesión de 2023 precisamente para destacar el papel fundamental que los pueblos originarios con sus conocimientos, prácticas y sistemas pueden desempañar en la batalla por mitigar el cambio climático.
El tema prioritario del Foro en esta ocasión es “Pueblos indígenas, salud humana, salud planetaria y territorial y cambio climático: un enfoque de derechos”.
Injusticia y marginación
En su discurso ante el pleno, António Guterres señaló que los pueblos originarios de todo el mundo sufren marginación, exclusión, negación de sus derechos humanos, explotación ilegal de los recursos de sus territorios, despojos y desalojos de sus tierras ancestrales, ataques físicos y violencia.
“La injusticia de generaciones de discriminación se manifiesta en asombrosas desigualdades”, dijo, recalcando que constituyen alrededor del 5% de la población mundial, pero son el 15% de los más pobres del orbe.
Agregó que las mujeres indígenas, que son quienes guardan tan rico patrimonio, a menudo son las que más sufren.
Pioneros en la adaptación al clima
Guterres sostuvo que, durante miles de años, los pueblos originarios han sido pioneros en la gestión sostenible de la tierra y la adaptación al clima.
“En toda la Amazonía, la agricultura indígena ha preservado y mejorado la riqueza de la ecología de la selva tropical”, afirmó, lamentando que sean esas comunidades las que vivan en la primera línea de la emergencia climática.
“No han hecho nada para causar la crisis climática, pero a menudo enfrentan los peores y más inmediatos impactos”, apuntó.
Por lo mismo, urgió a acelerar los esfuerzos para brindar justicia climática y ampliar las finanzas y las capacidades para la adaptación y las pérdidas y daños.
Tras insistir en que sus prácticas siempre han sido las de una economía verde e instar al resto del mundo a imitarlas, aseveró que las culturas indígenas tienen muchas de las soluciones a la crisis climática y son custodios de la biodiversidad del planeta.
El Secretario General refrendó el compromiso de la ONU con los derechos indígenas y apeló al trabajo en unidad hacia la paz, la sostenibilidad y la prosperidad para todos.
Sacar el petróleo es sacar la sangre de la tierra
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, también estuvo presente en la ceremonia de inauguración del Foro, donde rememoró un encuentro que tuvo hace décadas con un dirigente indígena colombiano del pueblo Ugua, que luchaba contra explotación petrolera en territorio indígena y estaba seguro de que sacar petróleo es como sacar sangre de la tierra y la consecuencia sería la muerte, la extinción en el planeta.
La ciencia occidental ha descubierto que este pensamiento indígena tiene la razón, acotó el mandatario, subrayando la practicidad y certeza de la cosmovisión indígena y su deseo de equilibrio permanente con la naturaleza.
Desde las dos perspectivas o saberes, uno ancestral, el otro científico y occidental, la conclusión es la misma: si se saca el petróleo del seno de la tierra, la humanidad perece, precisó.
Petro señaló que en Colombia se han esforzado por empoderar a los pueblos indígenas, el 4,4% de la población del país. “Ellos pueden cuidar mejor la tierra que cualquier otra cultura”.
Consideró que la selva amazónica es vital para el equilibrio climático del mundo, por lo que es imperativo revitalizarla, e informó en agosto se celebrará en Brasil una cumbre de los diez países con responsabilidad territorial sobre selva amazónica para elaborar un programa común con el resto del mundo para financiarlo.
El presidente colombiano sostuvo que los pueblos originarios, con el apoyo mundial, deben ser los que implementen ese plan porque son los que son los que pueden aportar a la lucha contra la crisis climática “uno de los principales pilares de sostenimiento del equilibrio de la vida en todo el planeta”.
La solución es dejar de extraer petróleo, gas y carbón
Explicó que reforestar no es suficiente para resolver la crisis climática: “La única manera de solucionar la crisis climática que aqueja a la humanidad, una de las crisis civilizatorias integrales porque trae el hambre y la enfermedad como lo acabamos de vivir, trae el estancamiento económico y, en el fondo, trae la guerra, la crisis integral de la humanidad, esa crisis climática no se soluciona sino dejando de extraer el petróleo, el carbón y el gas”, puntualizó, despertando un aplauso del auditorio.
Petro argumentó que la discusión mundial del problema se aleja del núcleo de la cuestión y busca maquillajes y acusó a los “países poderosos que se dedican a la guerra”, añadiendo que la guerra ha dado la opción para escaparse de las soluciones que implica la crisis climática.
“Por eso, hoy es fundamental presionar la paz mundial, la guerra no conlleva vida, sólo conlleva muerte. Nos quita el espacio temporal, que tenemos muy corto, para que la vida pueda ser en el planeta. La guerra sólo está ocultando la incapacidad del poder mundial para solucionar la crisis climática porque dejar de consumir petróleo, carbón y gas es quitar la base de lo que ha sido, en siglo y medio, la acumulación de la ganancia en el mundo, la acumulación de capital”.
No es un llamado a la revolución contra el capital
“Le estamos suplicando desde este salón al gran capital sin decirlo, porque el discurso políticamente correcto nos lo impide, que deje de acumular, que se torne en aliado de la vida, lo cual es un imposible prácticamente”, lamentó, al tiempo que aseguró que su exhortación no es a la revolución que no hubo contra el capital, sino a tomar medidas pragmáticas y resaltó que el Foro podría ayudar a tomarlas.
Recalcó que no se puede esperar del mercado ni del capital privado la solución a la crisis climática, como se creyó durante 40 años. “No es de ahí de donde saldrán las soluciones, creo imperioso que los Estados se puedan fortalecer, que la capacidad planificadora pueda garantizar los hechos que tenemos que tomar en una década (…) para convertirnos en economías descarbonizadas”.
Planteó que esas decisiones deben ser multilaterales e incluir la diversidad política y humana.
“Para poder financiar la transición que hoy los Estados y los movimientos sociales unidos tienen que adelantar le guste o no a los mercados, es necesario abrir los espacios financieros para poder actuar en diez años”, dijo defendiendo el cambio de la deuda por acción climática, una propuesta que ya ha planteado al Fondo Monetario Internacional.
Incluir a todos en la toma de decisiones
En consonancia con la apelación al multilateralismo y la diversidad, el presidente del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas, Darío Mejía Montalvo, se refirió al lema de “no dejar a nadie atrás” y preguntó: “(…) pero los que van adelante ¿trazan la línea correcta? Es evidente que no”, respondió.
Frente a esta realidad, Mejía Montalvo propuso no dejara a nadie por fuera de la toma de decisiones.
Los pueblos originarios constituyen menos del 6% de la población mundial, pero representan el 15% de la población más pobre del mundo. Viven en unos 90 países, representan 5000 culturas diferentes y hablan la mayor parte de los 6700 idiomas estimados en el mundo.
El Foro Permanente sobre Cuestiones Indígenas fue establecido por el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC) en 2000 para brindar asesoramiento y recomendaciones sobre cuestiones indígenas, para conciencia y promover la integración y coordinación de actividades relevantes dentro del sistema de la ONU; y difundir información sobre temas indígenas.
El Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas sesionará en la sede de la ONU en Nueva York durante los próximos diez días.