Las partes enfrentadas en Sudán deben anteponer deben los intereses de su pueblo como la paz, la prosperidad y el retorno a un gobierno civil, así como detener los combates antes de que haya más muertos y el conflicto se convierta en una guerra que podría afectar durante años a la región, afirmó este miércoles el Secretario General de la ONU en Nairobi.
“Jartum está sumida en el caos, Darfur arde de nuevo y la Agencia de la ONU para los Refugiados advierte de que más de 800.000 personas podrían huir del país en los próximos días y semanas”, alertó en rueda de prensa.
Guterres reiteró que la ONU está lista para apoyar al pueblo de Sudán, bajo la dirección de su representante especial Volker Perthes y del responsable de Ayuda de Emergencia de la Organización, Martin Griffiths.
El Secretario General solicitó que se permita la entrada y el acceso seguro e inmediato de la ayuda humanitaria para distribuirla a las personas más necesitadas.
Tras el anuncio del ministro de Asuntos Exteriores sudanés del inicio de una tregua del 4 al 11 de mayo, el titular de la ONU se sumó al llamado del presidente de Kenia, William Ruto, para que las partes rebajen las tensiones, vuelvan a la mesa de negociaciones y acuerden un alto el fuego duradero.
África sufre dos graves injusticias
A continuación, Guterres destacó que las injusticias históricas y económicas, como la COVID-19, el aumento del coste de la vida agravado por la invasión rusa de Ucrania, el cambio climático y el sistema financiero mundial, han impedido que el siglo XXI se convierta en el siglo de África.
“África es víctima por partida doble. Primero, por las cicatrices del colonialismo que perduran hasta nuestros días. Segundo, por la injusticia de la posguerra de la la Segunda Guerra Mundial, cuando se crearon las instituciones mundiales, desde las Naciones Unidas hasta el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. En aquella época, la descolonización de África aún no había comenzado, por lo que sus países prácticamente no estaban presentes y, hoy en día, siguen estando claramente infrarrepresentados”, destacó.
El Secretario General extendió estos atropellos a la configuración de la paz y la seguridad internacionales al recordar que ningún país africano posee un puesto permanente en el Consejo de seguridad de la ONU. “Esto debe remediarse”, afirmó.
La ONU y la búsqueda de la justicia
Para remediar estas injusticias, Guterres destacó que uno de sus objetivos como Secretario General consiste en apoyar a los países en desarrollo “en su búsqueda de la justicia”, especialmente en el ámbito financiero, el de lucha contra el cambio climático y el de paz.
En relación con la justicia financiera recordó que el Fondo Monetario Internacional asignó el año pasado 650.000 millones de dólares en Derechos Especiales de Giro para aumentar la liquidez durante las crisis.
Los países de la Unión Europea recibieron 160.000 millones de dólares de esos fondos, mientras que los países africanos, que cuentan con el triple de población, recibieron sólo 34.000 millones de dólares.
“Esto es absurdo. Necesitamos reformas profundas del sistema financiero mundial para que África esté representada al más alto nivel y las necesidades de los países en desarrollo estén en el centro de todas las políticas y decisiones”, abogó.
Seguidamente, destacó el liderazgo de las naciones africanas en la lucha contra el cambio climático, como el compromiso del presidente Ruto de lograr una transición al 100% de energía limpia para 2030 en Kenia y otras iniciativas en Sudáfrica, Egipto y Nigeria.
“Estos enormes esfuerzos necesitan un apoyo masivo”, señalo Guterres que emplazó a los países desarrollados a cumplir con la promesa de aportar 100.000 millones de dólares anuales a los países en desarrollo y el fondo para pérdidas y daños acordado en la 27ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27).
Por último, señaló que África necesita que se imparta “la justicia que sólo puede aportar la paz” y que las Naciones Unidas continuarán trabajando “para prevenir y mitigar los conflictos que asolan el continente”.
El plan de despliegue ya está perfilado
En rueda de prensa desde Puerto Sudán, Martin Griffiths indicó que ya hay un plan de despliegue de personal hacia las zonas necesitadas: “Darfur, por supuesto, es la zona más necesitada, pero Jartum es el corazón de este país, y otras partes del sur y del norte de Sudán”.
El segundo objetivo de Griffiths será garantizar los compromisos asumidos públicamente por las partes enfrentadas que incluye la protección de la ayuda humanitaria y permitir la circulación de suministros para la población.
