La Asamblea General de la ONU eligió este jueves por aclamación al diplomático de Trinidad y Tobago Dennis Francis como presidente de su 78º periodo de sesiones, que empezará en septiembre de este año.
De conformidad con el principio de rotación entre los cinco grupos regionales de la Organización, Francis es representante del Grupo de Estados de América Latina y el Caribe, que en esta ocasión lo postuló como candidato único.
En su discurso ante el pleno tras la elección, Dennis Francis reconoció “la sensibilidad y el peso de la responsabilidad que el ejercicio de la Presidencia de la Asamblea General impone a su titular” y se comprometió a cumplirla “con transparencia, rendición de cuentas, vigor y dedicación, teniendo presente que todos los miembros tienen los mismos derechos”.
El presidente electo afirmó que alentará y facilitará un diálogo sustantivo, en varios formatos, “para garantizar que haya claridad de prioridades y el fortalecimiento del propósito común en aras de la coherencia”.
Expresó su intención de generar una atmósfera renovada de conciliación, cooperación y compromiso compartido para abordar los numerosos desafíos y aprovechar cada oportunidad, por incipiente que sea, para avanzar hacia soluciones en beneficio común.
“Buscaré mejorar los enfoques actuales y adoptar otros nuevos con soluciones probables, mientras nos esforzamos por brindar o al menos fortalecer las bases para brindar paz, prosperidad, progreso y sostenibilidad”, dijo.
Impulsar la educación de calidad para todos
Asimismo, pidió el apoyo de los Estados miembros y solicitó su compromiso pleno y de buena fe, para acelerar la acción hacia el logro del desarrollo sostenible en beneficio de todos.
Francis mostró un particular interés en impulsar las metas de la Agenda 2030 referentes a la educación de calidad para todos.
“Cuando en el contexto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible posponemos o descuidamos ofrecer apoyo a los millones de personas en todo el mundo que carecen de acceso a una educación de calidad, ¿no los estamos consignando a un ciclo intergeneracional de pobreza, degradación y miseria, del cual es poco probable que salgan?”, preguntó.
Como respuesta, argumentó que la opción más pragmática sería hacer todo lo posible para salvar a los niños y jóvenes marginados y vulnerables de una derrota casi segura, brindándoles, a través de la educación, la capacidad de desarrollar su potencial en favor propio y de sus comunidades y sociedades.
Invertir en las personas
En este sentido, el diplomático señaló que la Cumbre de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que tendrá lugar el 18 y 19 de septiembre en Nueva York, constituye una oportunidad para volver a comprometerse y revitalizar la acción con miras a completar y cumplir la Agenda 2030, “empoderando a las personas mediante la eliminación de los grilletes que limitan su crecimiento e independencia y les niegan cualquier posibilidad de crear su propio éxito”.
Para ello, explicó, será preciso respaldar la inversión en las personas y en la creación de capital social a mediano y largo plazo.
Momento de grandes desafíos
El Secretario General de la Naciones Unidas, presente en la elección, subrayó que el presidente electo Dennis Francis llega en un momento profundamente desafiante para la familia humana.
António Guterres enumeró los conflictos, el caos climático; el aumento de la pobreza, el hambre y la desigualdad; y la desconfianza y división prevalentes entre los grandes retos del momento.
También recalcó que el mundo se aleja del cumplimiento de la Agenda 2030 y aseveró que la gente de todos los rincones del planeta desearía que la Asamblea General se uniera para encontrar soluciones comunes.
“El presidente electo Francis aporta una amplia gama de habilidades, experiencia y conocimientos en esta tarea esencial”, apuntó Guterres, aludiendo al trabajo del diplomático de Trinidad en colaboración con organismos multilaterales y a su trayectoria como negociador y como el embajador de su país con más años de servicio en la historia.
Consideró, además, que al provenir de Trinidad y Tobago aporta una perspectiva crítica a la Asamblea General por ser su país un Pequeño Estado Insular en Desarrollo que afronta “los impactos desastrosos del cambio climático y los efectos de un sistema financiero global profundamente injusto que rutinariamente niega a los países en desarrollo el alivio de la deuda y la reestructuración, así como el financiamiento, que necesitan para invertir en su gente”.
Para concluir, el Secretario General confió en que a través del diálogo y la creación de consensos Dennis Francis demuestre que el mundo puede unirse en torno a soluciones comunes para abordar los problemas que encara.