La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) reporta que más de 165.000 personas están desplazadas internamente en Haití debido a la violencia de las bandas, lo que dificulta los esfuerzos de ayuda humanitaria.
El país se enfrenta a una presión adicional debido a las graves inundaciones causadas por lluvias torrenciales, que han afectado a más de 46.000 personas y desplazado a otras 13.000, y al terremoto de 4,9 grados en la escala de Richter del pasado 6 de junio, que ha agravado aún más la situación.
Bandas vs. Grupos parapoliciales
Los ataques de bandas, las ejecuciones extrajudiciales, los secuestros y la violencia de género se han convertido en parte de la vida cotidiana de los haitianos, obligando a los lugareños a huir de sus hogares.
Además de las bandas, las actividades de los grupos parapoliciales dan lugar a cientos de linchamientos. Más de 1630 personas fueron asesinadas, heridas o secuestradas en el país en los tres primeros meses de 2023, un aumento del 30% en comparación con el trimestre anterior, según la Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití.
“Estamos profundamente alarmados por la escalada de la crisis de protección”, dijo el jefe de misión de la Organización en el país. Philippe Branchat señaló que la seguridad y el bienestar de las poblaciones desplazadas siguen siendo su máxima prioridad. “Seguimos al lado del pueblo de Haití y nos comprometemos a permanecer y prestar ayuda cuando y donde sea posible”.
5,2 millones de personas necesitan ayuda humanitaria
La Organización estima que casi la mitad de la población del país, alrededor de 5,2 millones de personas, necesita ayuda humanitaria.
Por ello, ha hecho un llamamiento para que se incremente el apoyo internacional, instando a los donantes a que contribuyan a hacer frente a las necesidades más inmediatas de la nación, así como a encontrar soluciones a largo plazo. La agencia de la ONU ha declarado que la situación es urgente, ya que el Plan de Respuesta Humanitaria de Haití está financiado actualmente sólo al 20%.
Ciclones y terremotos
La Organización explica que el comienzo de la temporada ciclónica el 1 de junio ha añadido tensiones adicionales a la respuesta a la crisis. Ya en la primera semana de junio, las fuertes precipitaciones han afectado a unas 46.000 personas en el país y se esperan fenómenos meteorológicos similares o más graves en los próximos meses.
Además, el terremoto en el sur del país el pasado 6 de junio se produjo menos de dos años después de otro de magnitud 7,2, que mató a 2200 personas. Los expertos en el país señalan que personas que perdieron sus hogares entonces siguen desplazadas en campamentos.
Refugio y otras ayudas
A pesar de los retos, la agencia para las migraciones y sus socios siguen dando respuesta humanitaria, incluido el suministro de refugio, la distribución de artículos de higiene personal, lámparas solares, utensilios de cocina y otros artículos esenciales, y medidas de protección para las personas que, de la noche a la mañana, han tenido que irse a vivir a lugares espontáneos debido a la violencia.
El acceso a agua limpia y segura es siempre motivo de preocupación, ya que los brotes de cólera han sido recurrentes en los lugares de desplazamiento. En este contexto, la Organización dirige un grupo temático de coordinación y gestión de campamentos, que aboga por una respuesta en las zonas de desplazamiento, incluidas las reubicaciones en familias de acogida.
A pesar de la precaria situación en el país, la Organización reporta retornos de nacionales haitianos; ha identificado 61.600 retornados haitianos que han llegado al país por tierra, mar y aire en lo que va de 2023. La mayoría de ellos (93%) proceden de la República Dominicana, pero también de Estados Unidos (2%), Bahamas (2%), Turcas y Caicos (2%) y Cuba (1%).