La secretaria general adjunta de Asuntos Políticos, Rosemary DiCarlo, advirtió al Consejo de Seguridad que, dieciséis meses después del inicio de la invasión rusa de Ucrania, las perspectivas de paz siguen siendo desesperadamente escasas. Por el contrario, el aluvión de misiles rusos y los ataques con aviones no tripulados en todo el país casi se triplicaron en mayo, dijo.
Según la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, hasta la fecha se han registrado 24.862 víctimas civiles. Entre ellas se incluyen 9083 civiles muertos, de ellos, 530 eran niños, y 15.779 heridos, inlcuidos1086 niños.
Además, se han verificado un total de 1036 ataques contra instalaciones educativas y médicas. La Organización Mundial de la Salud ha documentado más de mil casos de ataques contra la asistencia sanitaria, con 101 muertos y 139 heridos.
DiCarlo expresó su satisfacción ante los continuos esfuerzos de las partes para permitir el regreso de los prisioneros de guerra y las instó a que cumplan sus obligaciones relativas al trato a esos prisioneros.
También expresó su preocupación por los casos de traslados forzosos de personas protegidas, incluidos niños, a territorios de Ucrania bajo control ruso y las consiguientes deportaciones a Rusia.
700.000 afectados por la destrucción de la presa de Nova Kakhovka
DiCarlo hizo referencia a la destrucción de la presa de Nova Kakhovka como el ataque más importante contra infraestructuras civiles desde el comienzo de la guerra, ya que hasta 700.000 personas podrían quedar sin acceso a agua potable.
Según las autoridades ucranianas, el embalse ha perdido el 70% de su capacidad. Además, los informes registraron la inundación de unas 80 comunidades a lo largo del río Dnipró, y la muerte de decenas de personas.
“Sigue aumentando la preocupación por la posibilidad de que las aguas de la crecida desplacen minas terrestres a zonas previamente desminadas, poniendo aún más en peligro vidas humanas. Y los daños en los sistemas de alcantarillado y la falta de agua potable aumentan el riesgo de enfermedades transmitidas por el agua”, declaró.
Según ha informado el Organismo Internacional de Energía Atómica, la central nuclear de Zaporizhzhia tiene previsto reanudar el bombeo de agua que sigue siendo accesible a pesar de la importante pérdida de agua en el embalse de Kakhovka. Sin embargo, DiCarlo calificó la situación de la seguridad en la central como “extremadamente frágil”.
Respuesta humanitaria inmediata
La secretaria general adjunta aseguró que la ONU y sus socios humanitarios se apresuraron a entregar suministros y apoyo para la evacuación de cientos de miles de personas en la zona afectada. No obstante, no pudieron llegar a comunicades que se encuentran bajo control ruso ante la negativa de la Federación de Rusia a la petición de acceso.
En este sentido, DiCarlo declaró que “las Naciones Unidas seguirán trabajando para conseguir el acceso necesario. Instamos a las autoridades rusas a que actúen de conformidad con sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario y garanticen un acceso seguro y sin restricciones a todas las zonas necesitadas. No se puede negar la ayuda a las personas que la necesitan”.
Asimismo, hizo referencia a los daños registrados en el oleoducto Tolyatti-Odesa, el mayor conducto de amoníaco del mundo, en la región ucraniana de Kharkiv y recordó que los ataques contra civiles e infraestructuras civiles están prohibidos por el derecho internacional.
Ralentización de la Iniciativa del Mar Negro
En relación con la Iniciativa del Mar Negro, DiCarlo destacó cómo ha permitido el transporte seguro de más de 32 millones de toneladas métricas de productos alimenticios, contribuyendo a reducir los precios mundiales de los alimentos. Sin embargo, advirtió que su ritmo de aplicación se ha visto ralentizado e instó a que se eliminen todos los obstáculos para garantizar la continuidad del acuerdo.
“Las exportaciones de alimentos a través del corredor humanitario marítimo han descendido de un máximo de 4,2 millones de toneladas en octubre a 1,3 millones de toneladas en mayo, el volumen más bajo desde que comenzó la iniciativa”.
Amenaza nuclear
Por último, la secretaria general adjunta advirtió que el despliegue de armas nucleares tácticas rusas en Bielorrusia ha elevado aún más las tensiones regionales e instó a todos los implicados a “actuar con responsabilidad y de acuerdo con las obligaciones internacionales. “Reiteramos que cualquier amenaza de utilizar armas nucleares es inaceptable”, puntualizó.
“Esta guerra ha creado una catástrofe humanitaria y de derechos humanos, ha traumatizado a una generación de niños y ha acelerado las crisis alimentaria y energética mundiales. Ha debilitado el sistema internacional de seguridad colectiva que todos nos hemos comprometido a defender”, sentenció.
Tácticas de guerra
El embajador de la Federación de Rusia, Vassily Nebenzia declaró que los que están detrás de la destrucción de la presa de Nova Kakhovka están en Kiev y no están dando prioridad a sus ciudadanos.
Además, añadió que le preocupan las alegaciones cada vez más frecuentes por parte de Ucrania de que Rusia querría destruir la central nuclear de Zaporizhzhia. “Estas acusaciones son un absurdo, y el Organismo Internacional de Energía Atómica, liderada por Rafael Grossi, lo pudo comprobar en una misión a la planta, que tuvo lugar a pesar de los obstáculos por parte de Ucrania. Esperamos que la repuesta a Kiev los lleve a entrar en razón y evitar un desastre que podría afectar a gran parte de Europa”.
Por su parte el embajador de Ucrania, Sergiy Kyslytsya, reiteró que Rusia es el responsable de la destrucción de la presa de Nova Kakhovka para intentar impedir las acciones contraofensivas ucranianas en el río Dnipró. “Estamos ante una de las catástrofes creadas por el hombre en Europa en decenios. En particular, debido a las sustancias contaminantes de petróleo. Unas 150 toneladas están poco a poco llegando al río Dnipró, y podrían llegar al Mediterráneo. Se estiman que ya hay unas 95.000 toneladas de peces muertos”.
El representante añadió que, de acuerdo con información de su departamento de inteligencia, Rusia está considerando la posibilidad de un ataque terrorista a la central de Zaporizhzhia lo que puede producir una fuga radioactiva. La destrucción de la presa constata que Rusia está lista para utilizar esta táctica para responder a la deteriorada situación militar en el terreno. Queremos instar a la comunidad internacional a que se tome en serio esta amenaza”.