Los refugiados que precisarán reasentamiento en 2024 serán un 20% más que en el año en curso, estimó la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), cifrando en 2,4 millones el número global para 2024.
En un informe divulgado este lunes, ACNUR afirmó que la crisis de refugiados es cada vez más aguda y advirtió de nuevas situaciones de desplazamiento, urgiendo a la comunidad internacional a actuar frente a las carencias y desafíos que enfrentan todas las personas desarraigadas del mundo.
El titular de ACNUR recordó que el reasentamiento constituye un “salvavidas” para quienes corren mayor riego y tienen necesidades específicas.
“Pido a todos los Estados con los medios que intensifiquen y proporcionen compromisos de reasentamiento sostenibles y de varios años para ofrecer seguridad y protección a quienes lo necesitan y compartir la responsabilidad de la comunidad internacional por los refugiados”, apuntó Filippo Grandi.
Según el organismo especializado, el reasentamiento brinda esperanza y protección al ofrecer una solución duradera, además de que alivia la presión sobre los países de acogida y fortalecer un marco de protección más amplio.
No obstante la creciente cantidad de personas que requieren reasentamiento, ACNUR precisó que de unas 116.000 solicitudes presentadas en 2022, sólo 58.457 refugiados pudieron establecerse en nuevas comunidades.
Los grupos más numerosos
Los datos desagregados del informe muestran a Asia como la región con más necesidades para el próximo año, con unos 730.000 refugiados -o el 30% del número global- requiriendo apoyo para reasentarse.
De los grupos nacionales con necesidad de reasentamiento, el estudio identificó en primer lugar a los sirios y en segundo a los afganos, seguidos por los refugiados de Sudán del Sur, Myanmar y la República Democrática del Congo.
Desplazamientos sin precedentes en América
El informe dedica un apartado al continente americano en el que indica que se registran movimientos de población sin precedentes en complejidad y escala.
Detalla que a fines de 2022, los países americanos albergaban a más de 20 millones de refugiados solicitantes de asilo, individuos con necesidad de protección internacional, desplazados internos y apátridas, así como a personas retornadas que enfrentaban necesidades de protección apremiantes.
ACNUR proyecta un incremento del desplazamiento forzado en el continente en vista de que sus causas siguen sin atenderse y, más aún, se acentúa el impacto combinado del deterioro de los contextos de seguridad, el malestar social, la fragilidad de las instituciones, el impacto adverso del cambio climático y las desigualdades profundamente arraigadas.
El Tapón del Darién
En 2022, un número récord de personas en movimientos mixtos e irregulares se trasladaron hacia el norte a través de América Central, exponiéndose a rutas peligrosas. Unas 250.000 personas ingresaron a Panamá de manera irregular por el Tapón del Darién. Los venezolanos representaron el 61% de las personas que cruzaron esa selva, seguidos por los nacionales de Haití, Ecuador y Cuba.
De enero a mayo de 2023 se observó el mayor número de llegadas a través del Tapón de Darién, con cerca de 160.000 personas, principalmente venezolanos, haitianos y ecuatorianos.
Política de puertas abiertas
En general, los gobiernos de la región han mantenido políticas de puertas abiertas hacia los refugiados, adoptando marcos nacionales progresivos e implementando sistemas nacionales de asilo, además de promover la inclusión de los refugiados en los sistemas nacionales.
Sin embargo, muchos refugiados siguen enfrentándose a obstáculos para acceder al asilo u otras formas de protección, disfrutar de derechos y servicios básicos y lograr una solución hacia la integración local en la comunidad de acogida.
Para 2024, ACNUR prevé un incremento de 38% respecto a 2023 en las necesidades de reasentamiento, con más de 106.000 personas en esa situación.
“El aumento en el número de personas que precisan reasentamiento es consistente con las crecientes carencias de protección y la falta de otras soluciones duraderas para las personas más necesitadas entre los 20 millones de refugiados, solicitantes de asilo, desplazados internos y apátridas que viven en la región”, subraya el informe.