El Secretario General de la ONU subrayó este lunes en Trinidad y Tobago la defensa de la acción climática que han hecho los países del Caribe, al ser ellos mismos pequeños Estados insulares en desarrollo.
António Guterres viajó a ese país para participar en la Conferencia de Jefes de Gobierno de Comunidad del Caribe (CARICOM), foro en el que destacó la cooperación de las naciones caribeñas en todos los frentes, desde el desarrollo económico y social hasta la lucha contra las drogas ilegales y la paridad de género entre otras cuestiones primordiales.
“Las Naciones Unidas confían en la experiencia y el liderazgo del Caribe”, enfatizó, tras insistir en la urgencia de desplegar una fuerza internacional en Haití para asistir a ese pueblo en la construcción de una seguridad cimentada sobre instituciones democráticas sólidas.
El Caribe apoya una fuerza en Haití
“Los desafíos que vemos en Haití requieren un mayor compromiso y solidaridad. Y este es precisamente el espíritu fundacional de CARICOM”, recalcó.
Antes de la reunión con los mandatarios, Guterres ofreció una rueda de prensa en la que señaló que las naciones del Caribe han ofrecido apoyar dicha fuerza, pero agregó que carecen del equipo que se requiere, por lo que los países que tienen esos recursos y cuentan con la logística también tendrían que participar en la operación.
En este sentido, reiteró su llamado a todos los socios para aumentar el apoyo a la policía nacional de Haití, en forma de financiamiento, capacitación o equipamiento. También dijo que se debe hacer más de manera colectiva para ayudar al pueblo haitiano a trazar un camino hacia las elecciones y una solución política.
Tras abordar el tema de Haití -país en el que estuvo el fin de semana-, el titular de la ONU centró su discurso para la Conferencia de CARICOM, sobre todo, en dos de los mayores desafíos para los países caribeños: la justicia financiera y la crisis climática.
Una carga muy pesada
Al referirse a la esfera financiera, dijo que la carga de la deuda se hizo más pesada con la crisis derivada de la pandemia de COVID-19, que colapsó sus ingresos por turismo y exportaciones, y disparó los precios de combustibles y alimentos.
“La crisis de hoy ha revelado un sistema financiero internacional obsoleto, disfuncional e injusto”, apuntó, y agregó que por ello ha propuesto una serie de medidas que incluyen inversiones en desarrollo sostenible y acción climática, así como un mecanismo mejorado y eficaz de alivio de la deuda.
Otras medidas planteadas por Guterres son los canjes de deuda por inversión en adaptación climática, el aumento en a base de capital de los bancos multilaterales de desarrollo, la recanalización de los derechos especiales de giro, el cambio de los subsidios a los combustibles fósiles y un mayor acceso de los países de renta media al financiamiento para crisis o desastres relacionados con el clima.
Justicia climática
Con respecto a la crisis climática, António Guterres recordó todavía es posible limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados centígrados para fin de siglo, siempre y cuando las emisiones de carbono se reduzcan un 45% en lo que queda de esta década.
Aludió a su Pacto de Solidaridad Climática que insta a los gobiernos a que aceleren sus plazos de cero emisiones netas, marcando el 2040 para los países industrializados y el 2050 para las economías emergentes.
Asimismo, exhorta a los países desarrollados a cumplir con sus compromisos financieros con los países en desarrollo, que incluyen duplicar el financiamiento para la adaptación climática.
Finalmente, el Secretario General agradeció a los líderes del Caribe sus llamados a la justicia climática, que resalta la acción global sobre pérdidas y daños, la inversión en energías renovables y la salvaguarda de la biodiversidad. Todo esto con la participación de las comunidades indígenas.
“Nuestro mundo necesita las islas. Precisamos reunirnos alrededor de CARICOM”, puntualizó Guterres.