El cineasta perdió la vida esta mañana, según lo informó su esposa
William Friedkin murió esta mañana a los 87 años en Los Angeles, así lo dio a conocer su esposa Sherry Lansing, y aunque la viuda del cineasta no dio a conocer los pormenores de su deceso, su partida representa el fin de una era, pues fue uno de los mayores exponentes del cine del terror, ya que dirigió “El exorcista” en 1973, una cinta que marcó un hito en la forma de contar historias del género, aunque cabe destacar que también incursionó en el mundo de la comedia.
El lugar que Friedkin consiguió, dentro del mundo cinéfilo, luego de “El exorcista” fuera exhibida, según la crítica, fue la de cambiar la perspectiva y la forma de hacer cine de terror de forma contundente. A principios de los sesenta, William que, en aquella época tenía 37 años se inspiró en el libro de William Peter Blaty que, a su vez, fue escrita bajo la influencia de una serie de casos que, de acuerdo con el autor, se apegaban a hechos reales, lo que atrajo de forma inmediata, tanto a lectores, como a las audiencias y las taquillas.
“El exorcista” llegó a los cines poco tiempo después de otro clásico de terror; “Rosemary’s baby”, dirigida por Roman Polansky, sin embargo, cuando la cinta de Friedkin llegó a la gran pantalla horrorificó a la audiencia, pues trataba temas relacionados con la iglesia sin delimitar lo religioso con escenas obscenas que superaban los grados explícitos que otras películas habían mostrado con anterioridad, lo que la hizo acreedora del título de la producción más terrorífica de los años setenta.
“El exorcista”, el más desafiante reto de William Friedkin
Y aunque William Friedkin ya contaba con una carrera como documentalista, género en el que se introdujo durante los 60, fue a principios de los 70 cuando optó por caminar por caminos inexplorados como lo era para él, en ese momento, el cine de terror, sin que se imaginase al gran reto que está por enfrentar, debido a que no sería sencillo crear una película convincente y que provocara en las audiencias un autentico sentido del miedo y angustia a lo largo de 132 mminutos.
Los desafíos fueron tales que William relató en una entrevista, realizada en los setenta, no había disfrutado de la experiencia durante el rodaje y que, el único momento que goce que atravesó durante los trabajos previos al lanzamiento de “El exorcista” fue la edición de las tomas.
“No pienso en el cine en términos de disfrute. Es un trabajo muy, muy duro, mental y físicamente (…) Hay tantos problemas asociados con poner algo en una película, problemas creativos y técnicos, que uno no tiene tiempo para disfrutarlo, de verdad. No puedo decir que la experiencia haya sido placentera; la edición es lo que disfruto”, destacó.
En esa misma entrevista, Friedkin asoció el cristianismo como otro de los géneros de la película, por contradictorio que esto pueda sonar, porque -al final de cuentas- el desenlace de la cinta demuestra como el bien triunfa por encima del mal, o así fue como lo concibió el director en este encuentro, uno de los pocos que tuvo con la prensa, pues no era asiduo a conversar con los medios de comunicación.
“Creo firmemente en Dios y en el poder del alma humana, la película “El exorcista” trata principalmente sobre el misterio de la fe, el misterio de la bondad, ese misterio que es inexplicable, pero está ahí”, destacó.
De hecho, William era tan renuente a las costumbres de Hollywood y la parafernalia que le rodeaba que, la última vez que “TMZ” se encontró con el cineasta, en 2018, fuera de un restaurante en Los Angeles, pidió visiblemente molesto que alejaran las cámaras de él.