El Museo y Sitio de la Memoria ESMA, que operara como el principal centro clandestino de detención, tortura y exterminio durante la dictadura que sufrió Argentina de 1976 a 1983 ingresó este año a la Lista del Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
El Comité del Patrimonio Mundial inscribió en la Lista un total de 42 nuevos sitios durante su reunión de este año, que concluyó este lunes en Riad, Arabia Saudita.
La Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA) es un monumento histórico nacional argentino que da cuenta de la actuación del terrorismo de Estado y constituye una prueba judicial en las causas por crímenes de lesa humanidad en el país sudamericano.
El Museo y Sitio de la Memoria ESMA se encuentra en el antiguo Cuartel de Oficiales dentro del complejo de la que fuera esa escuela militar en Buenos Aires y que sirviera a la dictadura para su estrategia nacional de destrucción de todo tipo de oposición al régimen.
En el edificio que es hoy museo se mantenía cautivos a los opositores o críticos tras haber sido secuestrados. Ahí se les interrogaba, torturaba, asesinaba y se les desaparecía. Los prisioneros de ese centro pasaron de 5000 hombres y mujeres de todas las edades, orígenes y ocupaciones.
Dos centros más de conmemoración
Además de la ESMA ingresaron a la Lista dos centros más de conmemoración relacionados con conflictos recientes: en Rwanda, los Sitios conmemorativos del Genocidio en Nyamata, Murambi, Gisozi y Bisesero; y en Bélgica y Francia, los Lugares funerarios y de memoria de la Primera Guerra Mundial (Frente Occidental).
La UNESCO explicó que la inclusión de los sitios de memoria en la Lista del Patrimonio Mundial “les otorga una dimensión universal y reconoce su contribución a los proceso de paz”.
De los 42 sitios registrados en esta ocasión, 33 son culturales y nueve naturales. Con estas adiciones, la Lista llega a 1199 inscripciones de 168 países. El Comité también extendió cinco sitios y evaluó el estado de conservación de 263 más.
La UNESCO destacó que con cinco nuevos registros, los sitios africanos de la Lista superaron un centenar y, para seguir aumentando su presencia en el catálogo, los Estados parte adoptaron una estrategia que permitirá dar un mejor apoyo a los países africanos en la implementación de proyectos locales de conservación y en la preparación de candidaturas para el Patrimonio Mundial.
Guatemala
Entre los nuevo sitios de la Lista se incluye el Parque arqueológico nacional Tak´alik Ab´aj, de Guatemala, localizado en la costa del Pacífico y que abarca el periodo de transición de la civilización olmeca al surgimiento de la cultura maya más temprana.
Este lugar fue clave en la ruta comercial de larga distancia entre el istmo de Tehuantepec, México, y El Salvador. Sus espacios y edificios sagrados están organizados según principios cosmológicos y se observan sistemas innovadores de administración del agua, así como cerámica y arte lapidario. Sigue siendo un lugar sagrado para varios grupos indígenas que celebran rituales en él.
España
Los sitios prehistóricos de la Menorca talayótica, en España, también entraron a la Lista este año. Esos sitios arqueológicos se encuentra en paisajes agropastoreles de la isla menorquina y son testimonio de las comunidades prehistóricas que ahí habitaron.
Los yacimientos del sitio muestran diversos asentamientos y sepulturas prehistóricas que utilizan materiales y formas que datan de la Edad de Bronce y la Edad de Hierro, mostrando la evolución de una arquitectura ciclópea construido con piedra de gran tamaño. Sus orientaciones astronómicas e interconexiones visuales indican la existencia de redes con posibles significados cosmológicos.
Palestina
Otro nuevo sitio en la Lista es la Jericó Prehistórica, Tell es-Sultan, situada en el valle del Jordán, en Palestina. Se trata de un montículo de forma ovalada con restos arqueológicos depositados tras miles de años de actividad humana. Incluye el manantial perenne adyacente de ´Ain es-Sultan.
La UNESCO destacó que la fértil tierra del oasis de Jericó y el fácil acceso al agua facilitaron un asentamiento permanente en el lugar desde unos 9000 años a.C.
El material de la Edad de Bronce temprana muestra indicios de planificación urbana. Y los vestigios de la Edad de Bronce media revelan la presencia de una gran ciudad-estado cananea ocupada por una sociedad compleja.