El coordinador especial de la ONU para el Proceso de Paz en Medio Oriente recordó que las resoluciones del Consejo de Seguridad han establecido que las partes del conflicto palestino-israelí deben abstenerse de actos de provocación, incitación y retórica incendiaria.
“Lamentablemente, tales actos continuaron”, reportó Tor Wennesland este miércoles al órgano de seguridad en su informe periódico sobre esa disputa y sobre la implementación de la resolución 2334 del Consejo, adoptada en 2016.
Wennesland detalló que durante el periodo del informe -del 15 de junio al 19 de septiembre-, un ministro israelí dijo en una entrevista que su derecho y el de su familia a viajar por la carreteras de Judea y Samaria “es más importante que la libertad de movimiento de los árabes”.
Citó también que un miembro de la Knesset israelí declaró que “cualquier palestino que huya de un soldado de las Fuerzas de Defensa de Israel debe recibir un disparo”, y que “un palestino que se acerque a un soldado israelí también recibir un tiro”.
Además, un ministro israelí visitó los lugares sagrados en el día de conmemoración judía de Tishá B’av y pidió a los israelíes “regresar” a esos sitios y “mostrar nuestro gobierno”.
Por su parte, un alto funcionario de la Autoridad Palestina dijo que Hitler “luchó contra los judíos porque estaban lidiando con la usura y el dinero” y negó que los hubiera matado “por ser judíos”.
Asimismo, algunos funcionarios y publicaciones oficiales de Fatah, Hamas y otras facciones palestinas glorificaron a los perpetradores de ataques contra civiles israelíes en sus redes sociales.
Violencia de todos los días
A esta retórica se agregó la violencia diaria – también prohibida en la resolución 2334-, en la que los militares de Israel asesinaron a 68 palestinos, incluidos 18 niños, e hirieron a 2830 más.
Esas muertes se perpetraron en manifestaciones, enfrentamientos, operativos de seguridad, ataques, supuestas agresiones contra israelíes y otros incidentes.
Los colonos israelíes también mataron a dos palestinos y lesionaron a 73.
En tanto, los ataques palestinos dejaron muertos a diez israelíes, entre ellos una mujer, dos niños y tres soldados, e hirieron a 122.
Los asentamientos siguen expandiéndose
Wennesland indicó que el gobierno israelí anunció que construirá 6300 viviendas en la llamada Zona C, lo que incluirá una legalización retroactiva de tres puestos de avanzada cerca del asentamiento de Eli. En Jerusalén Oriental se construyeron 3580 viviendas.
El enviado se refirió también a un plan presentado el 11 de septiembre para la construcción de 3500 viviendas, la mayoría en Jerusalén Oriental en terrenos de la Iglesia Ortodoxa Griega, que aseguró que las casas serán para miembros de la comunidad cristiana.
Las autoridades israelíes eliminaron el requisito de aprobación ministerial en la etapa de planificación de asentamientos, acelerando así su expansión, y el Tribunal Supremo desestimó una petición de desmantelamiento de un puesto de avanzada en la Cisjordania ocupada.
“Continuaron las demoliciones y confiscaciones de estructuras de propiedad palestina en toda Cisjordania ocupada, incluida Jerusalén Oriental. Citando la falta de permisos de construcción emitidos por Israel, que son casi imposibles de obtener para los palestinos, las autoridades israelíes demolieron, confiscaron u obligaron a demoler 238 estructuras, desplazando a 183 personas, entre ellas 46 mujeres y 91 niños”, especificó el diplomático y añadió que 32 de estas estructuras fueron financiadas por donantes.
Las escuelas también son demolidas
Las demoliciones incluyeron una escuela primaria palestina en Ein Samiya a la que asistían 80 estudiantes. La destrucción ocurrió unos días antes del inicio del año escolar.
Un total de 59 escuelas, que atienden a unos 6500 estudiantes palestinos, corren el riesgo de ser demolidas, advirtió Wennesland, e indicó que en una tendencia constante, “muchos palestinos, incluidos niños, abandonaron sus hogares debido a los colonos y la reducción de las tierras de pastoreo”.
Las demoliciones y despojos de tierras son otra contravención a la resolución 2334.
No hay sustituto para un proceso político legítimo
El coordinador del Proceso de Paz expuso otras acciones israelíes de restricción hacia los palestinos, como la disminución de las transferencias mensuales de combustible a la Autoridad Palestina y el cierre del cruce de Erez durante las festividades judías y extendido hasta el momento debido a la violencia. Este cierre ha impedido que más de 22.000 trabajadores y negocios autorizados a cruzar el muro de separación salgan de esa zona.
Para terminar, Wennesland reiteró que “no hay sustituto para un proceso político legítimo que resuelva las cuestiones centrales que impulsan el conflicto”, y reafirmó el compromiso de la ONU de apoyar a palestinos e israelíes para poner fin a la ocupación y resolver el conflicto de conformidad con el derecho internacional, las resoluciones pertinentes de la ONU y los acuerdos bilaterales en favor de la visión de dos Estados: Israel y Palestina.