La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), junto con organismos de las Naciones Unidas y ONG asociadas, ha hecho un llamamiento para recaudar 97 millones de dólares con el fin de proporcionar ayuda humanitaria urgente y protección a los refugiados y a quienes generosamente los acogen en Armenia.
El Plan de Respuesta de Emergencia a los Refugiados de Armenia reúne a 60 socios, entre ellos 43 ONG nacionales, y cubre los esfuerzos de ayuda durante un periodo de seis meses, hasta finales de marzo de 2024.
Llegada del invierno
El Plan conjunto pretende ayudar a unas 231.000 personas, entre ellas 136.000 refugiados y 95.000 miembros de las comunidades locales de acogida. También tiene en cuenta los próximos y duros meses de invierno, en los que se necesitará un apoyo crítico.
“Tener que absorber a más de cien mil refugiados en cuestión de días supone una inmensa presión para la comunidad de acogida de Armenia y para los servicios nacionales existentes. La llegada de refugiados representa más del 3,4% de la población del país y se suma a una población preexistente de refugiados, solicitantes de asilo y apátridas de unas 35.000 personas”, explica la agencia de la ONU.
ACNUR apela a la comunidad internacional para que apoye urgentemente a los refugiados y a sus anfitriones.
Apoyo internacional crucial
“Las comunidades locales de acogida han abierto generosamente sus puertas y han mostrado una enorme solidaridad con los refugiados. La respuesta local, liderada por las autoridades nacionales, los voluntarios y la sociedad civil, ha sido igualmente notable. Sin embargo, el apoyo internacional es crucial para mantener esta acogida y permitirnos responder a las necesidades inmediatas, así como reforzar la capacidad de resistencia de esta población”, declaró Filippo Grandi, alto comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados.
El Plan de Respuesta a los Refugiados apoyará y complementará la respuesta gubernamental, y abarca múltiples sectores, en particular la protección de los refugiados, con especial atención a la violencia de género, la protección de la infancia y la educación, así como la entrega de comida, la salud, el alojamiento y artículos no alimentarios.
El Plan tiene también un enfoque a más largo plazo en la inclusión y el fortalecimiento de los servicios públicos nacionales.