En medio de los continuos bombardeos, Israel ordenó esta madrugada a la población del norte de la Franja de Gaza que abandone ese territorio en un plazo de 24 horas “por su seguridad y protección”, una medida que tendría consecuencias humanitarias devastadoras, advirtió la ONU.
El portavoz en Nueva York de la Organización anunció que antes de la medianoche del jueves los representantes de la Organización en Gaza fueron informados por sus oficiales de enlace con el ejército israelí que todos los habitantes del norte de Gaza deberían trasladarse al sur de la Franja.
Stephane Dujarric precisó que esto implica el desplazamiento de 1,1 millones de personas, incluido el personal de la ONU y los refugiados en sus escuelas, centros de salud, clínicas y otras instalaciones.
Tras declarar que es imposible un movimiento de esa escala sin efectos humanitarios catastróficos, Dujarric pidió a Israel que rescinda la orden.
Los trabajadores socorro de la ONU aunaron su voz a Dujarric, solicitando que se revierta la ordenanza y expresaron gran preocupación por el empeoramiento de una crisis de por sí aguda que significaría tal movimiento.
Sentencia de muerte, “es más que cruel”
La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó que dicha orden equivale a “una sentencia de muerte” para muchos.
Tarik Jasarevic, portavoz de esa agencia, dijo este viernes en conferencia de prensa en Ginebra que sería “imposible evacuar a los pacientes vulnerables de los hospitales del norte de Gaza”.
Agregó que en los nosocomios hay heridos graves y recién nacidos que dependen de soporte vital y que pedirle a los trabajadores sanitarios que los trasladen “es más que cruel”.
Jasarvic también señaló que el sistema de salud de Gaza está “al límite” con los dos principales hospitales en el norte del territorio desbordados. “Seis de los siete hospitales más importantes de Gaza sólo funcionan parcialmente”, en tanto que los cadáveres de “apilan” porque falta de espacio en las morgues, y las ambulancias y los doctores enfrentan situaciones horribles en las que deben decidir a quién salvar y a quién no, abundó.
La OMS reportó desde el estallido de violencia hasta el jueves, 34 ataques a las instalaciones y bienes de sanidad en Gaza, en los que murieron once trabajadores sanitarios en servicio. El Centro de Operaciones de Emergencia de Gaza, apoyado por la OMS, sufrió grandes daños.
Informó, además, que un ataque de Hamás a un sanatorio en Israel el fin de semana pasado causó la muerte de un paramédico.
Miseria sin precedentes
El clamor general de los trabajadores y organismos humanitarios es salvar las vidas civiles. El director de la Agencia para los Refugiados Palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini, aseveró que la orden de evacuación “sólo conducirá a niveles de miseria sin precedentes y empujará aún más al abismo a la población de Gaza”.
Hasta el momento, los datos de UNRWA revelan que más de 423.000 personas se han desplazado en Gaza huyendo de los bombardeos, 270.000 de ellas se refugian en recintos de la Agencia, que ha reubicado su principal centro de operaciones y a su personal internacional en el sur del enclave.
Hay heridos graves y recién nacidos que dependen de soporte vital, perdir que los trasladen es más que cruel.
No hay para dónde ir
La Oficina para Asuntos Humanitarios (OCHA) también percibió como imposible la reubicación, preguntando cómo se puede hacer en medio de una zona de guerra donde la gente ya está en una situación extrema.
Jens Laerke, portavoz de OCHA, por otra parte, aludió al sitio total de Gaza y reiteró la urgencia de que se permita el acceso de suministros humanitarios, cuyas existencias están a punto de agotarse.
Añadió que la escalada de violencia ha colocado a los civiles en una situación en la que nunca deberían estar. “La prioridad más inminente es reducir la escalada”, recalcó Laerke.
La ONU solicitó ayer a los donantes internacionales 294 millones de dólares para atender las necesidades más apremiantes de 1,26 millones de personas en Gaza y la Cisjordania ocupada.
El Fondo para la Infancia (UNICEF) recordó que Gaza es uno de los puntos más densamente poblados del mundo y que la gente no tiene a dónde ir para encontrar seguridad, además de que ya sufre una crisis humanitaria “letal”. “La compasión y el derecho internacional deberían prevalecer en medio de tan terrible situación”, enfatizó su portavoz, James Elder.
No al discurso de odio
Con respecto a las reacciones que ha suscitado en el mundo este recrudecimiento de la violencia de un conflicto añejo, el Alto Comisionado para los Derechos Humanos, Volker Türk, lamentó que en muchos países proliferen “los discursos de odio islamófobos y antisemitas”.
“Este es un momento para que la comunidad internacional se una en solidaridad y abogue por la protección de todos los civiles en todas partes y circunstancias”, enfatizó al portavoz de Türk, Ravina Shamdasani ante la prensa en Ginebra, llamando a los líderes a frenar las incitaciones a la violencia y el odio.