El Secretario General de las Naciones Unidas se dirigió este miércoles al Consejo de Seguridad en un debate sobre las Mujeres, la Paz y la Seguridad, asegurando que “demasiadas organizaciones de mujeres luchan por financiar su labor esencial, mientras el gasto militar se dispara”.
“Los conflictos arrecian. Aumentan las tensiones. Estallan golpes de Estado. El autoritarismo está en marcha. La amenaza nuclear se ha disparado. El caos climático agrava los problemas de seguridad”, declaró António Guterres, añadiendo que “un 50% más de mujeres y niñas viven en países amenazados por los combates en comparación con 2017”.
Guterres señaló que, de los 18 acuerdos de paz alcanzados el año pasado, sólo uno fue firmado o presenciado por una representante de un grupo u organización de mujeres.
“A pesar de nuestros mejores esfuerzos, las mujeres sólo representaron el 16% de los negociadores o delegados en los procesos de paz dirigidos, o codirigidos, por las Naciones Unidas”, declaró, añadiendo que al menos siete mujeres que informaron al Consejo el año pasado denunciaron haber sufrido represalias por haberlo hecho.
“Vivimos en un mundo dominado por los hombres con una cultura dominada por los hombres. Siglos de patriarcado son un enorme obstáculo para la igualdad de género y, a su vez, para una cultura de paz”, señaló el Secretario General, augurando que, al ritmo actual, tardaremos medio siglo en lograr la representación equitativa de mujeres en los parlamentos nacionales.
Participación y financiación
Para revertir esta situación, António Guterres pidió a los gobiernos que apoyan la mediación de conflictos que fijen objetivos ambiciosos para las mujeres en los equipos de negociación.
En este sentido, instó a los gobiernos que proporcionan Ayuda Oficial al Desarrollo a que destinen un 15% de los fondos para labores de mediación a apoyar la participación de las mujeres. También pidió que destinen un 1% a apoyar las organizaciones de mujeres que se movilizan por la paz.
Además, Guterres pidió tomar medidas concretas para garantizar la plena participación de las mujeres en todos los niveles de decisión sobre paz y seguridad, y en todas las áreas de la vida pública y política, lo que equivale a impulsar la representación en los gobiernos nacionales y locales.
“Fui primer ministro y líder de un partido político. Sé que las cuotas, los objetivos y los incentivos funcionan”, declaró.
“Necesitamos una legislación sólida y exhaustiva para hacer frente a la violencia contra las mujeres, tanto dentro como fuera de la red, y poner fin a la impunidad de los agresores”, añadió.
Cifras en descenso
A continuación, la directora ejecutiva de ONU Mujeres presentó el informe sobre las Mujeres, la Paz y la Seguridad.
Sima Bahous hizo eco de las palabras del Secretario General, reiterando que la representación de las mujeres solo alcanzó el 16% en los cinco procesos de negociación dirigidos o codirigidos por las Naciones Unidas en 2022, en comparación con el 19% en 2021 y el 23% en 2020.
“En los procesos de paz dirigidos por Estados miembros u otras organizaciones las mujeres estaban prácticamente ausentes. Esto incluye Etiopía, Kosovo, Sudán, Myanmar y Libia”. Bahous señaló que la única excepción fue Colombia, donde las mujeres casi alcanzaron la paridad en las nuevas rondas de negociaciones.
La directora advirtió que, a 23 años de la aprobación de la resolución al respecto, el documento 1325, resulta preocupante que siga faltando de una rendición de cuentas plena, transparente y pública de la representación de las mujeres en las conversaciones de paz.
Además, solamente una tercera parte de los 18 acuerdos de paz que se negociaron en 2022 contenían disposiciones sobre mujeres e igualdad de género, señaló.
De la participación local a la nacional
Por otra parte, Bahous explicó que el informe proporciona ejemplos positivos sobre la participación de las mujeres en los procesos de negociación a nivel local, incluyendo negociaciones a través de líneas de combate para garantizar acceso de agua y ayuda humanitaria.
Las mujeres que participaron también lograron la liberación de prisioneros políticos, resolvieron conflictos tribales, mediaron en altos el fuego y detuvieron violaciones contra los civiles. “Estos ejemplos se tienen que repetir a nivel nacional también”, declaró Bahous.
Advirtió, sin embargo, que a medida que se retiran las operaciones de paz, la capacidad de la ONU de supervisar los derechos de las mujeres se hace más limitado.
Representación política en zonas de conflicto
Por último, Bahous señaló que, en los países afectados por conflictos, únicamente el 23% de los parlamentarios y el 20% de los ministros son mujeres, lo que está por debajo de la media mundial. “Esto no es una coincidencia. Podemos aumentar estas cifras con cuotas y abordando la violencia política contra las mujeres y el discurso de odio”.
Haciendo eco de algunas de las acciones propuestas por el Secretario General, Bahous instó a los países que participan en los procesos de negociación a tomar las siguientes medidas:
- Adoptar objetivos ambiciosos para la participación de las mujeres en los equipos de negociación
- Designar mujeres como mediadoras principales, haciendo que la paridad sea una norma en todos los equipos de mediación
- Asignar el 15% de apoyo a la mediación para la participación de las mujeres
- Informar públicamente el número de mujeres que participan en los procesos de paz
- Garantizar que la igualdad de género y los derechos de las mujeres son pieza fundamental de los acuerdos de paz
