Más de la mitad de los hospitales de Gaza no funcionan debido a la falta de combustible, los daños, los ataques y la inseguridad, alerta la Organización Mundial de la Salud.
Los 14 hospitales que permanecen abiertos apenas tienen suministros suficientes para realizar intervenciones quirúrgicas críticas.
En la ciudad de Gaza y el norte de la Franja solo el hospital de Al Ahli, que acoge a más de 500 pacientes, puede recibir pacientes.
Los combates continúan en torno al hospital de Al Shifa, el mayor hospital y el más sofisticado, donde hay, según la OMS, 700 pacientes, más de 400 miembros del personal y unos 3000 desplazados internos.
Según las últimas cifras proporcionadas por OCHA desde el sábado han muerto 32 pacientes, incluyendo a tres bebés prematuros.
“La gente en los hospitales es muy vulnerable, está muy enferma. Así que trasladarlos es una tarea imposible. Y se pide a médicos y enfermeras que trasladen a la gente sabiendo que eso los mataría. Y, de nuevo, ¿por qué había que trasladarlos? Un hospital nunca debería ser atacado. Un hospital es un lugar, un refugio seguro. Así lo estipula el derecho internacional humanitario”, dijo Margaret Harris, portavoz de la OMS.
La Organización ha documentado 300 ataques a la asistencia sanitaria desde el 7 de octubre. Aproximadamente la mitad fueron en Gaza y la mitad en Cisjordania.
Cierra por falta de combustible la última panadería que trabajaba con el PMA en Gaza
La falta de combustible en Gaza ha obligado a cerrar a la última panadería que proveía de pan al Programa Mundial de Alimentos.
“Sin combustible, no podemos trasladar ni entregar alimentos a la gente. La última panadería contratada por el PMA ya ha dejado de funcionar porque no hay combustible para los generadores. El último molino no puede moler trigo. La vida en Gaza se paralizará”, dijo el responsable de la agencia en Palestina
La UNRWA dijo que sus camiones se han quedado sin gasolina para repartir la poca ayuda que llega desde Egipto a los refugiados en el sur de la Franja.
En el norte, desde el 7 de noviembre no hay panaderías activas, debido a la falta de combustible, agua y harina de trigo, y a los daños estructurales. Las organizaciones humanitarias no pueden entregar ayuda en el norte, ya que el acceso ha sido cortado en gran medida.
El número de víctimas de minas terrestres antipersona aumentó el año pasado
El informe Monitoreo de Minas Terrestres 2023 muestra que 4710 personas resultaron heridas o muertas por minas terrestres y restos explosivos de guerra en 49 países y otras dos zonas en 2022.
“Los efectos de las minas terrestres y los restos explosivos de guerra siguen perjudicando sobre todo a los civiles y, en particular, a los niños. Y se dio el caso de que los niños representaron básicamente la mitad de las víctimas civiles y los civiles fueron la gran mayoría de las víctimas en 2022”, dijo Loren Persei, de la Campaña Internacional para la Prohibición de las Minas Terrestres,
El mayor número de víctimas, 834, se registró en Siria, seguida de Ucrania, donde 608 personas murieron o resultaron heridas.
El conflicto de Ucrania multiplicó por diez el número de víctimas civiles causadas por estas armas letales en comparación con 2021.
Yemen y Myanmar registraron más de 500 víctimas el año pasado.
La organización detrás del informe pide que todos los Estados se adhieran al Tratado de Prohibición de Minas adoptado en 1997, y lo respeten plenamente.
La ONU pide liberar a trabajadores que llevan dos años detenidos en Yemen
La UNESCO y la Oficina de Derechos Humanos exigen al movimiento Ansar Allah (también llamado Hutíes) que liberen a dos miembros del personal detenidos desde hace dos años
“Desde entonces, no hemos recibido información sobre los motivos de su detención ni sobre su situación, a pesar de que el movimiento Ansar Allah (también llamado Houthis) ha asegurado en repetidas ocasiones que su liberación sería inminente”, dijeron las agencias de la ONU.
En agosto y octubre de 2023, otros dos colegas de la UNESCO y de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, este último un Voluntario de la ONU, fueron detenidos en Saná, sin información sobre los motivos de su detención ni sobre su paradero.
“Se trata de una situación profundamente alarmante, ya que revela un desprecio absoluto por el Estado de derecho”, dijeron señalando que las detenciones son “inaceptables” y “constituyen violaciones de los privilegios e inmunidades concedidos al personal de la ONU en virtud del derecho internacional”