Los doctores y trabajadores de salud que trabajan en Gaza están aterrados por las enfermedades que se empiezan a presentan en ese territorio y por la forma en que eso “devastará a los niños, cuyo sistema inmunológico se encuentra muy debilitado por la falta de alimentos”, informó este martes el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
En declaraciones a la prensa desde el sur de Gaza, el portavoz de UNICEF, James Elder, citó a un médico del hospital Al-Shifa de la ciudad de Gaza, que le explicó que las amenazas a la salud de los niños “proceden en gran medida del aire y, en este momento, del terreno en forma de diarrea e infecciones respiratorias”.
Mientras continúan las negociaciones para la liberación de más rehenes a cambio de una prolongación de la pausa en las hostilidades, UNICEF expresó consternación por la gran cantidad de jóvenes luchando por sus vidas, “con horrendas heridas de guerra, tirados en colchones improvisados en estacionamientos, en jardines, en todas partes. Los médicos tienen que tomar decisiones horrendas y darle prioridad a unos sobre otros”.
Elder relató el caso de un niño al que le arrancaron una pierna durante la violencia, que tuvo que pasar tres o cuatro días tratando de llegar al sur de Gaza, retrasado por los puestos de control. “El olor a descomposición era claro… y ese niño tenía metralla por todas partes. Corría un alto riesgo de quedar ciego y tenía quemaduras en el 50% del cuerpo”.
Necesidades de salud agudas
En el mismo tenor, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló que una evaluación realizada al comienzo de la tregua, el 24 de noviembre, en el norte del territorio palestino asediado mostró que “toda la población en todos los rincones tiene necesidades sanitarias extremas”.
Su portavoz, Margaret Harris, abundó en conferencia de prensa en Ginebra, que esto se debe “a que la gente se está muriendo de hambre, a que le falta agua potable y está hacinada…. si alguien está enfermo, si un niño tiene diarrea, si alguien tiene una infección respiratoria, no recibirá ninguna ayuda”.
En tanto, en el quinto día de la pausa en los enfrentamientos, los trabajadores humanitarios de la ONU se sumaron a la alerta sobre el riesgo de un brote de enfermedad mortal y urgieron a multiplicar de inmediato la entrega de ayuda para combatir esa amenaza y salvar la vida de los heridos.
Urge llevar más combustible al norte
Las agencia de la ONU reportó que entre las necesidades más urgentes se cuenta llevar combustible al norte de Gaza para que los hospitales puedan funcionar, para que haya agua potable y para mantener otras infraestructuras civiles críticas.
La Oficina de Asuntos Humanitarios (OCHA) señaló que las entregas de suministros de socorro se han acelerado en el sur de Gaza, donde ha buscado refugio la mayor parte de los 1,7 millones de desplazados.
“Los proveedores de servicios clave, incluidos hospitales, instalaciones de agua y saneamiento y refugios, han seguido recibiendo combustible diariamente para operar los generadores”, apuntó OCHA.
Los servicios básicos se encuentran enormemente afectados tras semanas de bombardeos israelíes que siguieron al ataque de Hamas al sur de Israel, que causó unos 1200 muertos y la toma de 240 rehenes.
Las autoridades sanitarias de Gaza, por su parte, afirman que hasta la fecha, los ataques israelíes han matado a 15.000 personas, en su mayoría mujeres y niños.