Mientras algunos de los países más pobres del mundo acogen a los refugiados “con gran hospitalidad”, la comunidad internacional debe corresponder a esa generosidad con una solidaridad mucho mayor, declaró este viernes el Secretario General de las Naciones Unidas.
En su intervención en la clausura del Foro Mundial sobre Refugiados, António Guterres afirmó que la protección y la ayuda a las personas más vulnerables es “una obligación compartida por toda la humanidad”.
Guterres hizo estas declaraciones después de los tres días de intensa actividad en el Foro con el fin de encontrar soluciones y crear asociaciones, dando lugar al compromiso de múltiples partes interesadas con la capacidad de generar “un estallido de luz” para los millones de desplazados de todo el mundo.
El titular de la ONU subrayó que los recursos para apoyar a los refugiados están “sometidos a una enorme presión”, especialmente en el Sur Global, que soporta una carga desproporcionada.
También señaló que ha sido un año de “intensas divisiones políticas, conflictos y catástrofes climáticas” que han obligado a un número récord de personas a huir.
“Desde el Sahel hasta Afganistán, Siria y Yemen, pasando por la República Democrática del Congo, Myanmar y Somalia, o la devastación total que estamos presenciando en Gaza“, las “pesadillas humanitarias” han creado y agravado el desplazamiento de 114 millones de personas durante el año, 36 millones de las cuales son refugiados, dijo Guterres.
Esperanzas y sueños
El Secretario General pidió no olvidar que las estadísticas representan a personas reales con esperanzas y sueños legítimos: mujeres y hombres con habilidades e ideas, niños y niñas con planes y ambiciones.
Son personas que tienen los mismos derechos a la seguridad, la alimentación, el agua, la vivienda y la dignidad, recalcó.
Los refugiados merecen todas las oportunidades de un futuro mejor, lo que significa que la protección y el apoyo no deben ser una lotería, ni una carga desproporcionada que recaiga sobre unos pocos países y comunidades en función de la geografía.
“Es una obligación compartida por toda la humanidad”, puntualizó en su discurso.
Guterres elogió los compromisos asumidos por las partes interesadas, afirmando que “dan vida a la gran promesa del Pacto Mundial sobre los Refugiados, no sólo para apoyar a los refugiados, sino para aliviar la presión sobre los países de acogida y abordar los problemas sistémicos que provocan la huida de las personas”.
Compromisos por el bien común
Entre las principales promesas realizadas figuran los compromisos de reasentamiento y patrocinio comunitario.
Los Estados acordaron reasentar a un millón de refugiados para 2030, con el apoyo de un nuevo fondo mundial de patrocinio. Este fondo buscará ayudar a otros tres millones de refugiados a acceder a terceros países a través de planes innovadores de patrocinio comunitario.
La participación de los refugiados ocupó un lugar central, y más de cien organizaciones se comprometieron a promover una participación significativa mediante la inclusión de los refugiados en los consejos de administración y de su voz y voto en la toma de decisiones que los afecten directamente.
Esta iniciativa se considera un paso crucial para reconocer y aprovechar las valiosas perspectivas y contribuciones de aquellos que están desplazados.
Garantías en línea
Las principales empresas tecnológicas, entre ellas Google y Meta, unieron sus fuerzas para elaborar un compromiso de Protección Digital. Este compromiso implica dedicar más recursos a comprender, abordar y prevenir la desinformación y la incitación al odio dirigidas a las comunidades de desplazados y apátridas.
La colaboración tiene la intención de reforzar las respuestas humanitarias y garantizar la seguridad y el bienestar de los afectados.
Algunos Estados a la vanguardia de los esfuerzos de consolidación de la paz, entre ellos Colombia, Egipto y Noruega, apoyados por el Departamento de Asuntos Políticos y de Consolidación de la Paz de la ONU, se comprometieron a colaborar con los países donde se originan los desplazamientos. El objetivo es abordar el origen de éstos y facilitar retornos seguros promoviendo la paz y el desarrollo económico.
Siobhán Mullally, relatora especial de la ONU sobre la trata de personas, anunció un compromiso respaldado por la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) para hacer frente al alarmante aumento del riesgo de trata.
Su objetivo es mejorar los mecanismos de protección, mitigando el riesgo de que refugiados y migrantes sean víctimas de trata. Al mismo tiempo, se comprometió a buscar alternativas para poner fin a la detención de niños refugiados, solicitantes de asilo y migrantes.
Igualar el “coraje y la resistencia” de los refugiados
“Al unirse en este Foro en torno a las necesidades de los refugiados, todos ustedes están aportando un brillante rayo de luz en lo que ha sido un año oscuro y problemático“, apuntó el Secretario General al resumir la labor del Foro, y alentó a sus participantes a “seguir igualando el coraje y la resistencia de cada refugiado con nuestro firme compromiso de ayudarles a reconstruir sus vidas con seguridad y dignidad”.