Las hostilidades, incluidos los bombardeos, las operaciones terrestres y el asedio a toda la población, han causado niveles catastróficos de inseguridad alimentaria aguda en toda la Franja de Gaza, que ahora enfrenta un alto riesgo de hambruna, advirtió este jueves el informe de Clasificación de Fases de Seguridad Alimentaria elaborado para Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
Alrededor del 85% de la población (1,9 millones de personas) está desplazada; mucha gente ha debido reubicarse varias veces y se concentra en un área cada vez más pequeña. Existe peligro de hambruna y aumenta cada día que persiste o empeora la situación actual de enfrentamientos intensos y acceso humanitario restringido, alerta la publicación.
Las agencias especializadas explicaron que la acentuación de las hostilidades, una mayor reducción del acceso a alimentos, servicios básicos y asistencia vital, y la extrema concentración o aislamiento de personas en refugios inadecuados o zonas sin servicios básicos son factores importantes que contribuyen a aumentar el riesgo.
Más de la cuarta parte de la población sufre hambre extrema
Actualmente, el 26% de los hogares en Gaza ha agotado sus reservas y capacidades de conseguir alimentos y ya sufre una hambre extrema que se convertirá en hambruna a menos que se restablezca el acceso a alimentos adecuados, agua potable y servicios de salud y saneamiento, subrayaron los organismos.
El informe incluye datos de diversas agencias de la ONU y organizaciones no gubernamentales que confirman que toda la población de Gaza (aproximadamente 2,2 millones de personas) se encuentra ya en crisis o en niveles peores de crisis aguda de inseguridad alimentaria.
Catástrofe anunciada
“El Programa Mundial de Alimentos lleva semanas anunciando esta catástrofe inminente. Trágicamente, sin el acceso seguro y constante que hemos estado pidiendo, la situación es desesperada y nadie en Gaza está a salvo del hambre”, enfatizó la directora ejecutiva de esa agencia, Cindy McCain.
De acuerdo con el estudio, la hambruna se produciría en los próximos seis meses si el conflicto continúa y persisten las restricciones de acceso a los bienes humanitarios.
La asistencia alimentaria sostenía a más de dos tercios de la población antes de la escalada de las hostilidades y ahora es extremadamente insuficiente para las crecientes necesidades.
Además, la conflagración causó daños generalizados a la producción de alimentos, incluidas las tierras agrícolas y la infraestructura, como invernaderos, panaderías y almacenes. Otros bienes e infraestructuras, entre ellas instalaciones sanitarias, plantas de tratamiento de agua, instalaciones de agua potable. también han resultado dañadas o destruidos.
Los habitantes de Gaza no tienen más recursos, los medios de vida han colapsado, las panaderías están destruidas, las tiendas están vacías y las familias no pueden encontrar alimentos, destaca el informe.
El personal del PMA ha reportado desde hace tiempo que las familias a menudo pasan días enteros sin comer y que muchos adultos pasan hambre para darles a los niños los escasos víveres que consiguen.
Es imperativo reanudar el acceso seguro y continuo de ayuda
“Estos no son sólo números: hay niños, mujeres y hombres detrás de estas estadísticas alarmantes”, recalcó el economista jefe del PMA, Arif Husain, y añadió que la complejidad, magnitud y velocidad con la que se ha desarrollado esta crisis no tiene precedentes.
La FAO y el PMA llaman a un cese de hostilidades que permita reanudar el acceso seguro y continuo de ayuda humanitaria para toda la población de la Franja de Gaza, al igual que el restablecimiento de los servicios básicos como la electricidad, el agua potable y los instalaciones de salud.
“No podemos quedarnos de brazos cruzados y ver cómo la gente muere de hambre. Precisamos acceso humanitario para que los suministros fluyan hacia Gaza y a través de ella y para que los civiles reciban de manera segura ayuda vital”, enfatizó McCain, y añadió que más que nada, lo que se necesita ahora es paz.
“El PMA reitera el llamado a un alto el fuego humanitario: el mundo debe unirse ahora para salvar vidas”, apuntó.