La Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de las Naciones Unidas en Malí (MINUSMA) se desplegó en 2013 tras una violenta insurrección de rebeldes separatistas que intentaban hacerse con el control del norte del país y un posterior golpe de Estado dirigido por militares.
Establecida por la resolución 2100 del Consejo de Seguridad de la ONU, la misión contaba con más de 15.000 efectivos y personal que prestaron servicio en ciudades y pueblos de todo el país.
“Creo que nuestro trabajo repercutió en la vida de muchos civiles de Malí”, declaró El-Ghassum Wane, representante especial saliente del Secretario General y jefe de la MINUSMA.
Afrontar diversos retos
En su década de operaciones, la MINUSMA ha ayudado a Malí a afrontar múltiples retos. Se trata de una de las misiones de mantenimiento de la paz más difíciles de la ONU, que ha sufrido más de 300 bajas de sus tropas y personal en medio de la continua violencia extremista y la inseguridad rampante en gran parte del norte y el centro del país.
El sábado por la noche, el Secretario General de la ONU expresó su más profunda gratitud al personal de la MINUSMA, incluido Wane, que “ha proporcionado un liderazgo excepcional en un contexto difícil”, declaró Stéphane Dujarric, portavoz de la ONU.
Al rendir homenaje a los 311 miembros del personal de la MINUSMA que perdieron la vida y a los más de 700 que resultaron heridos por la causa de la paz durante los 10 años en que la Misión estuvo desplegada en Malí, Guterres y “toda la familia de las Naciones Unidas expresa sus condolencias y solidaridad a los seres queridos, amigos y colegas del personal caído, ya que seguimos inspirados por su abnegada devoción a la causa de la paz“, declaró el Sr. Dujarric.
El Secretario General también reconoció “el papel clave que ha desempeñado la MINUSMA en la protección de los civiles, el apoyo de la misión al proceso de paz, en particular garantizando el respeto del alto el fuego en el contexto del acuerdo de paz y reconciliación de 2015, así como a la transición, sus esfuerzos en pro del restablecimiento de la autoridad del Estado y el suministro de dividendos de la paz a la población”, señaló Dujarric.
Funcionarios electorales de Malí preparan el material para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales el día de la votación en un colegio electoral del distrito de Banaconi, en Bamako.
Apoyo al proceso político
La MINUSMA apoyó el proceso político y llevó a cabo una serie de tareas de estabilización relacionadas con la seguridad, centrándose en los principales núcleos de población, la protección de los civiles, la vigilancia de los derechos humanos, la creación de condiciones para prestar asistencia humanitaria y el retorno de los desplazados, así como la preparación de elecciones libres, inclusivas y pacíficas.
También se encomendó a la operación de paz que utilizara todos los medios necesarios para hacer frente a las amenazas a la ejecución de su mandato, que incluían la protección de civiles bajo amenaza inminente de violencia física y la protección del personal de la ONU frente a amenazas residuales, dentro de sus capacidades y sus zonas de despliegue.
Fin de la misión
El ministro de Asuntos Exteriores de Malí solicitó la retirada de la MINUSMA en una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU celebrada el 16 de junio. Ese mismo día, el gobierno de transición emitió un comunicado en el que reiteraba su exigencia de que la misión de la ONU se retirara sin demora.
Los mandatos de mantenimiento de la paz de la ONU son determinados por el Consejo de Seguridad, pero, desde el punto de vista político y práctico, las misiones no pueden operar sin el apoyo y la cooperación de las autoridades anfitrionas.
El 30 de junio, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó por unanimidad la resolución 2690, que pone fin de forma efectiva al mandato anterior de la MINUSMA y solicita la transferencia de sus tareas, así como la reducción y retirada segura y ordenada de la Misión antes del 31 de diciembre de 2023, a la que seguirá un periodo de liquidación.
Un miembro del personal civil de las Naciones Unidas explica el mandato de la misión de mantenimiento de la paz, MINUSMA, a estudiantes en Bamako, Malí. (Foto de archivo: 2013)
Plan integrado de retirada
Para cumplir este objetivo, la MINUSMA elaboró un plan integrado de retirada basado en garantizar la seguridad del personal de la ONU, cumplir el plazo del 31 de diciembre, salvaguardar el legado de la misión y preservar un entorno propicio para el compromiso a largo plazo de la ONU en Malí.
Desde el 1 de julio, la MINUSMA ha ido retirando gradualmente su personal y traspasando sus bases a las autoridades civiles malienses en la medida de lo posible.
En los últimos seis meses, la MINUSMA ha ido retirando su personal en circunstancias de seguridad difíciles. El domingo, la misión habrá completado su retirada.
Comienza el periodo de liquidación
El lunes 1 de enero de 2024 comienza el periodo de liquidación. Un equipo más reducido y las retaguardias de los países que aportan contingentes y fuerzas de policía permanecerán en los emplazamientos de Gao y Bamako para supervisar el transporte ordenado de los activos y la eliminación adecuada del material de propiedad de la ONU, según el portavoz de la ONU.
En este sentido, el Secretario General cuenta con la plena cooperación del gobierno de transición para garantizar que este proceso se complete lo antes posible, añadió.
Cascos azules de Chad patrullan las calles de Kidal en Mali.
La MINUSMA se va, pero la ONU se queda
Wane dijo que la misión podría marcharse, pero que la ONU permanecerá en Malí. “Los fondos, agencias y programas de la ONU estaban en Malí mucho antes del despliegue de la MINUSMA y permanecerán en Malí mucho después de la retirada”, afirmó.
Haciéndose eco de esta declaración, el Secretario General de las Naciones Unidas reafirmó el sábado el compromiso de la ONU de trabajar con el pueblo maliense y el gobierno de transición hacia el restablecimiento del orden constitucional, así como la promoción de la paz y la seguridad y el desarrollo sostenible, dijo su portavoz.
Todo el sistema de la ONU, incluidas las 21 agencias, fondos y programas del Equipo de País en Malí, en colaboración con la Oficina de la ONU para África Occidental y el Sahel (UNOWAS) y el Coordinador Especial para el Desarrollo en el Sahel, continuará su apoyo en pos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible en el país.
Estos esfuerzos incluyen la promoción de los objetivos acordados conjuntamente por las Naciones Unidas y el Gobierno de Malí en el Marco de Cooperación para el Desarrollo Sostenible para 2020-2024, añadió el Sr. Dujarric.
Los habitantes de Tombuctú pasan junto a la mezquita de Djingareyber, una de las estructuras arquitectónicas históricas que le valieron a la ciudad ser declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
