Mientras continúan los esfuerzos internacionales para garantizar un alto el fuego en Gaza, el director de la Agencia para los Refugiados Palestinos (UNRWA) advirtió este martes de que los habitantes del enclave están profundamente traumatizados por la guerra con Israel y temen un asalto a gran escala contra Rafah, en el sur.
“La gente está ansiosa y tiene miedo de una posible operación militar a gran escala“, dijo Philippe Lazzarini, tras salir de una reunión informativa con los Estados miembros en la sede de la ONU en Ginebra. “Si se produce el asalto, la pregunta es: “¿Adónde irán los civiles? Ya no hay absolutamente ningún lugar seguro en Rafah y el temor es que el número de muertos y heridos vuelva a aumentar significativamente”.
Tras más de cuatro meses de enfrentamientos, las autoridades sanitarias locales han informado de más de 100.000 gazatíes muertos, heridos o desaparecidos bajo los escombros, en medio de intensos bombardeos israelíes.
Mar de desplazados
Lazzarini insistió en que es inviable esperar que los más de un millón de desplazados hacinados en la gobernación de Rafah vuelvan a desplazarse para que las fuerzas israelíes puedan continuar su barrido en busca de militantes de Hamás.
“Se les pide que se trasladen, la cuestión es dónde”, dijo, señalando que en Rafah, cada pedazo de tierra libre en un tramo de 20 kilómetros está ocupado por cientos de miles de personas que viven en refugios de plástico improvisados.
Respecto a las graves acusaciones de que parte del personal de UNRWA colaboraba con Hamás, el responsable de la agencia señaló que había despedido inmediatamente a los implicados e iniciado una investigación. También pidió la cooperación de las autoridades israelíes “para que tengamos más que simples acusaciones” que le han comunicado.
Investigación en curso
Lazzarini señaló que la revisión encargada por el Secretario General de la ONU a expertos independientes sobre las acusaciones contra la agencia en relación con su “uso de los medios sociales, sobre túneles, sobre afiliaciones políticas” y sobre cómo de proactiva ha sido a la hora de responder a ellas comenzará este miércoles. El proceso durará probablemente dos meses y UNRWA está “comprometida a implementar las recomendaciones”.
En cuanto a la afirmación del ejército israelí de que un túnel y centro de datos situado a 20 metros por debajo de la sede de UNRWA en la ciudad de Gaza fue utilizado por Hamas, Lazzarini dijo que, una vez acabada la guerra, será necesaria una comisión de investigación. “Tenemos que examinar todas las situaciones en las que se ha faltado descaradamente al respeto a las instalaciones de la ONU”, señaló.
“Desde el comienzo de la guerra, más de 150 de nuestras instalaciones han sido atacadas. Sabemos que algunas han sido completamente destruidas, cientos de personas han muerto, miles han resultado heridas y todo esto debe ser investigado de forma independiente, junto con la acusación de un túnel”, añadió.
Previamente, la embajadora permanente de Israel ante la ONU en Ginebra, Meirav Eilon Shahar, señaló que su Gobierno no desea “ningún daño” a los civiles de Gaza y que sí tiene intención de cooperar con la investigación sobre la UNRWA, aunque “sigue en guerra con la organización terrorista Hamás”.
“Nuestra lucha es con Hamás, no con el pueblo palestino”, dijo la embajadora, que también insistió en que “hay alternativas a la UNRWA”, una afirmación rechazada por Lazzarini, que dijo que sería “miope” cerrar la agencia en un momento en que la Corte Internacional de Justicia ha pedido que se aumente la ayuda a Gaza.
Futuro en peligro
El impacto real no se sentiría solo ahora, añadió, sino también durante la “fase de transición” tras el cese de las hostilidades.
“Tenemos medio millón de niñas y niños profundamente traumatizados a los que necesitamos devolver urgentemente a un sistema educativo”, declaró el responsable de la UNWRA. Insistió en que esto no lo proporcionaría “una administración local emergente”, y añadió que “no hay absolutamente ninguna otra agencia de la ONU” u ONG con experiencia en proporcionar servicios similares a los de un gobierno, incluida la educación a cientos de miles de niños.
“Si queremos dar una oportunidad a cualquier transición futura de tener éxito, necesitamos también asegurarnos de que la comunidad internacional tiene las herramientas, y una de estas herramientas es UNRWA”.