Las agencias de ayuda de la ONU que operan en Gaza, devastada por la guerra, expresaron el martes su profunda frustración por las continuas restricciones al acceso de la ayuda impuestas por el Ejército israelí, después de que las ambulancias que transportaban pacientes desde un hospital bombardeado el fin de semana fueran detenidas durante varias horas mientras se registraba y detenía a los trabajadores sanitarios.
“No se trata de un incidente aislado. Los convoyes de ayuda han sido objeto de disparos y se les niega sistemáticamente el acceso a las personas necesitadas”, declaró el equipo humanitario de la ONU en Palestina tras la misión de evacuación de 24 pacientes del hospital Al Amal de Khan Younis.
Desde el 7 de octubre, han muerto casi 30.000 gazatíes, la mayoría mujeres y niños, decenas de miles han resultado heridos y millones están desplazados y pasando hambre.
El bloqueo del convoy se produjo en medio de intensos combates en todo el enclave, desencadenados por los atentados de Hamás en Israel, en los que murieron 1200 personas y más de 250 fueron tomadas como rehenes.
En medio de reiterados llamamientos internacionales al alto el fuego, han continuado las negociaciones entre las autoridades israelíes y representantes de Hamás para la liberación de los rehenes y presos palestinos retenidos en Israel.
Fuera de combate
Varios pacientes “si no todos” requerían algún tipo de intervención quirúrgica “que por supuesto no pudo realizarse en el Hospital Al Amal”, dijo Jens Laerke, portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitariaos (OCHA). Treinta y un pacientes no críticos tuvieron que ser abandonados.
En Ginebra, Laerke confirmó que la misión de evacuación había sido señalada a las autoridades israelíes, que habían acusado recibo de esta notificación como parte de los protocolos estándar para el suministro de ayuda humanitaria.
Sin embargo, los militares israelíes no habían facilitado “ninguna información ni comunicación” sobre los motivos por los que las ambulancias habían permanecido retenidas durante al menos siete horas ni sobre por qué los paramédicos “habían sido sacados, obligados a desnudarse”, y dos de ellos aún no habían sido liberados, afirmó Laerke.
Misión de misericordia
El domingo, un convoy dirigido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) se dirigió al hospital Al Amal. Una vez allí, la Media Luna Roja Palestina, que colabora con la ONU, evacuó a 24 pacientes, entre ellos una mujer embarazada, una madre y un recién nacido.
El hospital, gestionado por la Media Luna Roja, lleva más de un mes en el centro de las operaciones militares en la ciudad meridional de Gaza, donde ha sufrido 40 ataques entre el 22 de enero y el 22 de febrero, que dejaron al menos 25 muertos y a los trabajadores sanitarios demasiado asustados para abandonar el recinto médico durante semanas, según informó el equipo de la ONU en el país en un comunicado.
Dispuestos a trabajar
En la actualidad, sólo 12 de los 36 hospitales de Gaza “funcionan parcialmente”, según declaró Christian Lindmeier, portavoz de la OMS, a los periodistas en Ginebra: “seis en el sur y seis en el norte, mientras 23 hospitales no funcionan en absoluto”.
También se han desplegado otros 15 equipos médicos de emergencia en el sur de Gaza, con cuatro hospitales de campaña que ofrecen una capacidad combinada de 305 camas, continuó Lindmeier.
“Se trata de importantes focos de ayuda, pero, por supuesto, sería más importante volver a poner en pie el sistema sanitario de Gaza y conseguir que todo ese personal sanitario, que está ahí y ha recibido formación e incluso, en estas circunstancias, está dispuesto a trabajar, esté en condiciones y pueda trabajar.”
Contra viento y marea
El sábado, una misión de socorro de la ONU en Al Amal entregó con éxito suministros médicos, medicamentos y antibióticos que se necesitaban desesperadamente, junto con algunos alimentos, agua y combustible para los generadores.
“Los trabajadores sanitarios confirmaron que el sábado pudieron salir de los edificios del hospital dentro del recinto después de un mes dentro“, informó la OMS. “Temían por sus vidas, ya que había combates en los alrededores y el hospital había sido alcanzado en numerosas ocasiones”.
Antes de la guerra, el hospital tenía 100 camas y se centraba en la salud maternoinfantil, con cierta capacidad para atender necesidades básicas de cirugía y medicina interna, junto con servicios especializados de rehabilitación. Pero la destrucción causada por el bombardeo de la tercera planta redujo la capacidad a unas 60 camas.
Seis* entidades de la ONU participaron en la operación, que entregó suministros suficientes para tratar a 50 pacientes con distintos tipos de trauma.
*La Organización Mundial de la Salud, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios, la Agencia para los refugiados palestinos (UNRWA), el Fondo de Población de la ONU (FNUAP), el Organismo de la ONU para la Remoción de Minas Terrestres (UNMAS) y el Departamento de Seguridad y Vigilancia de la ONU (UNDSS).