Una misión conjunta de la ONU visitó el hospital al-Amal en Jan Yunis el pasado fin de semana para evacuar a algunos pacientes y entregar suministros médicos y medicinas, junto con algunos alimentos, agua y combustible.
Formada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), la Agencia para los Refugiados Palestinos (UNRWA), el Fondo de Población (UNFPA), el Servicio de Actividades Relativas a las Minas y el Departamento de Seguridad de las Naciones Unidas, la misión logró entregar también material quirúrgico de emergencia y antibióticos para tratar unas 50 infecciones.
Los miembros se reunieron con el personal sanitario del hospital asediado y comprobaron el estado de los pacientes y acompañantes que se encontraban en su interior.
El director del hospital al-Amal, el doctor Haider al-Qudra, señaló que estaban rodeados y los pacientes no podían llegar al hospital porque no se les permitía caminar por las calles cercanas. “Además, ahora nuestras ambulancias no pueden salir del hospital”.
Al-Qudra informó de que el techo de la tercera planta del hospital se derrumbó y ya no recibe pacientes como antes. “Derivaremos a unos 35 pacientes de la tercera planta a otros hospitales cercanos”, señaló.
La mayoría de los pacientes han muerto o están sufriendo
El doctor advirtió que se han pospuesto muchas operaciones quirúrgicas, como mastectomías y tiroidectomías. “Todas estas operaciones normales no se realizaron en ningún hospital. Por lo tanto, la mayoría de estos pacientes murieron o están sufriendo cada vez más”.
Los trabajadores del centro médico informaron de que llevaban un mes sin poder salir de las instalaciones y temían por sus vidas, porque había combates en los alrededores y el hospital había sido bombardeado varias veces.
El doctor Wahid Qudaih, cirujano del hospital al-Amal, detalló que no se les había permitido salir de la puerta del hospital desde el 21 de enero. “Es la primera vez que vemos el sol”.
“Nos quedamos aquí para ayudar a los pacientes heridos. Hemos hecho nuestro trabajo y realizamos muchas operaciones, como cirugía general y ortopedia. Hemos salvado la vida de muchos pacientes y hemos hecho lo que hemos podido en unas instalaciones limitadas“, añadió el doctor Wahid.
No se respeta ninguna ley humanitaria
El cirujano traumatólogo y responsable de urgencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Athanasios Gargavanis, afirmó que el nivel de devastación que ha presenciado es “inimaginable”.
“Sin embargo, todavía hay pacientes aquí. Nuestra máxima prioridad es identificar y derivar a algunos de ellos para que puedan seguir recibiendo atención“.
“No se respeta ninguna norma ni ningún derecho humanitario relacionado con el personal médico. Sentimos que la vida es muy difícil aquí”, añadió el director, Haider al-Qudra.
Antes de la guerra, el centro médico al-Amal tenía 100 camas, se centraba en la salud materno infantil y podía atender las necesidades básicas de cirugía y medicina interna. También ofrecía servicios especializados de rehabilitación. La destrucción causada por el bombardeo de la tercera planta redujo la capacidad a unas 60 camas.
En la actualidad, sólo 12 de los 36 hospitales de Gaza “funcionan parcialmente”, según la OMS, seis de ellos en el sur y otros seis en el norte, mientras que 23 no funcionan en absoluto.
La agencia desplegó 15 equipos médicos de emergencia adicionales en el sur de Gaza, además de cuatro hospitales de campaña con una capacidad total de 305 camas.
En este sentido reiteró la necesidad de restablecer el funcionamiento del sistema sanitario de Gaza, permitiendo trabajar a todos los profesionales sanitarios de la zona, “ya que están formados y preparados para trabajar incluso en estas circunstancias”.
El domingo, un convoy dirigido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en colaboración con la Media Luna Roja Palestina, logró evacuar el domingo 24 pacientes más, entre ellos una mujer embarazada, una madre y un recién nacido.