Al menos una de cada ocho personas en la Tierra vive con obesidad, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), citando un estudio médico mundial recientemente publicado.
Eso supone que más de mil millones de personas vivían con esta enfermedad en 2022, una cifra que se ha duplicado entre los adultos y cuadruplicado entre los jóvenes de 5 a 19 años desde 1990, según los datos del estudio, publicado en The Lancet, una reputada revista médica con sede en el Reino Unido.
La obesidad se define en adultos como un Índice de Masa Corporal (IMC) igual o superior a 30 kg/m2.
Los datos del estudio también mostraron que el 43% de los adultos tenían sobrepeso en 2022.
En general, el análisis de las medidas de peso y estatura de más de 220 millones de personas de más de 190 países muestra cómo ha cambiado el índice de masa corporal (IMC) en todo el mundo entre 1990 y 2022.
La prevalencia combinada de peso por debajo de lo normal y obesidad en adultos disminuyó en 11 países (6%) en el caso de las mujeres y en 17 (9%) en el de los hombres. Esa misma prevalencia combinada aumentó en 162 países (81%) en el caso de las mujeres y en 140 países (70%) en el caso de los hombres, con una probabilidad posterior de al menos 0-80.
En 2022, la prevalencia combinada de delgadez y obesidad para adultos fue mayor en las naciones insulares del Caribe y Polinesia y Micronesia, y en los países de Oriente Medio y el norte de África, mientras que para niños y adolescentes en edad escolar se encontraban en Polinesia y Micronesia y el Caribe para ambos sexos, y Chile y Qatar para los chicos.
Consecuencias mortales
En Europa, el sobrepeso y la obesidad figuran entre las principales causas de muerte y discapacidad, con estimaciones que sugieren que causan más de 1,2 millones de muertes al año, según la oficina regional de la OMS.
La obesidad aumenta el riesgo de muchas enfermedades no transmisibles, entre ellas las cardiovasculares, la diabetes de tipo 2 y las enfermedades respiratorias crónicas.
Las personas con sobrepeso y las que viven con obesidad se han visto afectadas de forma desproporcionada por las consecuencias de la pandemia de COVID-19, y a menudo sufren enfermedades más graves y otras complicaciones, según la agencia de la ONU.
La obesidad se considera una causa de al menos 13 tipos diferentes de cáncer y probablemente responsable directa de al menos 200.000 nuevos casos al año de esta enfermedad en toda Europa.
“Este nuevo estudio pone de relieve la importancia de prevenir y tratar la obesidad desde los primeros años de vida hasta la edad adulta mediante la dieta, la actividad física y la atención adecuada, según sea necesario”, ha declarado Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, que ha colaborado en el estudio.
Objetivos para frenar la obesidad
La obesidad, una enfermedad crónica compleja, se ha convertido en una crisis, desplegándose en proporciones epidémicas que reflejan un marcado aumento en las últimas décadas.
Aunque las causas se conocen bien, al igual que las intervenciones basadas en pruebas necesarias para contener la crisis, el problema es que no se aplican, según la agencia sanitaria de la ONU.
“Retomar el camino para alcanzar los objetivos mundiales de reducción de la obesidad exigirá el trabajo de los gobiernos y las comunidades, con el apoyo de políticas basadas en pruebas científicas por parte de la OMS y los organismos nacionales de salud pública”, declaró la responsable de la OMS.
También requiere la cooperación del sector privado, que debe rendir cuentas de las repercusiones de sus productos en la salud, añadió.