A unos días de cumplirse el decimotercer aniversario del inicio del conflicto, el Secretario General de la ONU subrayó la urgente necesidad de una solución política negociada en Siria, haciendo hincapié en la protección de los civiles y en la grave situación humanitaria.
En una declaración, António Guterres instó a todas las partes interesadas a “hacer todo lo necesario para alcanzar una solución política genuina y creíble”.
Una solución que responda a las aspiraciones legítimas del pueblo sirio, restaure la soberanía, la unidad, la independencia y la integridad territorial del país, de conformidad con la resolución 2254 (2015) del Consejo de Seguridad y cree las condiciones necesarias para el retorno voluntario de los refugiados en condiciones de seguridad y dignidad, dijo.
Proteger a los civiles
“Necesitamos que los civiles y la infraestructura civil estén protegidos”, enfatizó el titular de la ONU.
Junto a ello, también pidió un enfoque estratégico para contrarrestar el terrorismo, en línea con el derecho internacional; acceso humanitario sostenido y sin obstáculos en toda Siria; y financiación urgente y adecuada para mantener las operaciones de ayuda críticas.
“Ya es hora de que las principales partes den un paso al frente y satisfagan estas necesidades. Toda una generación de sirios ya ha pagado un precio demasiado alto“, añadió.
Acabar con la impunidad
Guterres también destacó que las detenciones arbitrarias, las desapariciones forzadas, las ejecuciones extrajudiciales, la violencia sexual y de género, la tortura y otras violaciones continúan y suponen un obstáculo para una paz sostenible en el país.
“Todos tenemos la responsabilidad de poner fin a la impunidad”, dijo.
“Cientos de miles, si no millones, de víctimas sirias, supervivientes y sus familiares cuentan con ello”.
La mitad de la población sigue desplazada
Según estimaciones de la ONU, 16,7 millones de personas, equivalente al 70% de la población total, necesitarán ayuda humanitaria en 2024. Aproximadamente la mitad de la población sigue desplazada dentro o fuera de Siria.
Además de las consecuencias del conflicto, una serie de terremotos sacudieron el norte del país en febrero del año pasado, cobrándose casi 5900 vidas, dañando gravemente las infraestructuras y agravando la vulnerabilidad de millones de personas que ya luchan por satisfacer sus necesidades básicas.
Comunidades enteras luchan por sobrevivir, ya que la financiación humanitaria ha caído a mínimos históricos. En 2023, por ejemplo, sólo se recibieron 2020 millones de dólares (el 37,4%) frente a los 5410 millones necesarios para los esfuerzos humanitarios dirigidos por la ONU.
