El Día de Acción de Gracias tiene como principal platillo la visita de los Giants a los Cowboys, que vienen de dar una gran exhibición y se encaminan hacia la postemporada
Nueva York.— Hoy es Día de Acción de Gracias en Estados Unidos y la NFL se reafirma como pasatiempo favorito de ese país, con la triple cartelera en la que destaca un duelo crucial en la División Este de la Conferencia Nacional.
La visita de los Giants (7-3) a Dallas (7-3) bien podría ocupar el centro de cualquier mesa, debido no sólo a la intensa rivalidad, sino a las implicaciones que el encuentro podría tener de cara a la postemporada.
Nueva York, que empezó 6-1, ha perdido dos de sus últimos tres encuentros y su lugar como escolta de Filadelfia. Una barrida en la serie frente a los Cowboys no sólo ratificaría el mal momento, sino que pondría en duda su lugar en la mesa de invitados a Playoffs.
Dallas le propinó a los Giants su primer revés de la campaña, en la Semana 3: 23-16, de la mano del inexperto pasador Cooper Rush. La prueba de hoy será todavía más complicada, pues los Cowboys promedian más de 35 puntos por encuentro en los cuatro partidos que han tenido con Dak Prescott, luego de su lesión en la Semana 1.
No pueden ser buenas noticias para los Giants, que no han rebasado las 27 unidades en ningún partido esta campaña y, además, han encontrado la manera de complicarse. Además, el Día de Acción de Gracias incluye la visita de los Bills (7-3) a los Lions (4-6); su segundo viaje a Detroit en los últimos cinco días.
Y para completar, los Patriots (6-4) —que han ganado cinco de sus últimos seis encuentros— visitan a unos Vikings (8-2) heridos, luego de la aplastante derrota (40-3) a manos de Dallas el domingo.
La clave del éxito reciente de Nueva Inglaterra es sencilla: Una defensiva que ha permitido apenas 11.8 puntos en promedio en sus últimos seis compromisos y, a lo largo de toda la campaña, se ubica como la cuarta mejor contra el pase.
Será un duelo de poder a poder ante la formidable dupla que conforman el quarterback de Minnesota, Kirk Cousins, quien el domingo vio rota una cadena de 39 partidos consecutivos con al menos un envío de touchdown, y el receptor Justin Jefferson.
