Las mascarillas faciales forman parte de nuestra rutina de skincare y aquí te decimos cómo hacer mejor uso de aquellas que son de velo
La imagen del rostro cubierto con una mascarilla de velo o de tela, con ojos cerrados y cabello recogido, puede expresar una sensación de relajación inmediata. Aplicar este tipo de productos también puede ser percibido como sinónimo de cuidado intensivo de la piel: nutrición, hidratación, prevención y tratamiento de signos de la edad, entre otras bondades.
Las mascarillas faciales que parecen una toalla húmeda con perforaciones para evitar cubrir la nariz, la boca y los ojos, suelen ser muy refrescantes y calmantes cuando las usamos en días donde tenemos un poco más de tiempo para consentirnos. Es un gesto de belleza que queremos que hagas de la manera correcta para que disfrutes de todas las propiedades que poseen.
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Marta García, directora de un centro estético en España, describió a SModa (El País): “Las formulaciones contienen altísimas concentraciones de principios activos, lo que las hace actuar en tiempo récord, de una forma casi instantánea. Pueden aportar un extra de vitalidad recuperando la piel apagada o seca, purificar y limpiar la piel en profundidad o proporcionar un extra de hidratación y/o nutrición”.
Tips para usar mascarillas faciales
Aplica después de exfoliar. Lo ideal es que tengas la piel del rostro muy limpia cuando vayas a aplicarlas. Como no usas exfoliantes ni mascarillas en tus rutinas diarias, trata de coordinar estos dos pasos para hacerlos el mismo día. Esto va a optimizar la penetración de los componentes de la mascarilla en la piel. Recuerda no exfoliar en exceso la piel porque podrías dañar la barrera cutánea.
Elige la que mejor se adapte a tus necesidades. Con la variedad de envoltorios que hay podemos caer en la tentación de tomar muchas y probarlas en desorden, así que es bueno recordar que debes fijarte bien en las necesidades de tu piel y usar las mascarillas específicas para atenderlas, por ejemplo: hidratación o purificación.
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Mantén en tu cara el tiempo que se indica. Por lo general, las mascarillas de velo se dejan sobre el rostro entre 15 y 20 minutos. Se recomienda no pasar más de 30 minutos con ellas y mucho menos dejarlas sobre el cutis toda la noche, porque se van a secar y absorber la humedad de la piel. Posteriormentem debes retirar y masajear el excedente sobre toda la piel del rostro. Aprovecha también y cubre cuello y hasta escote.
Puedes aplicar tu sérum y crema habitual después, si tienes piel normal y sana.
Recuerda que no son de uso diario. Como mencionamos al principio, las mascarillas tienen principios activos en altas concentraciones, así que no son de uso diario. Aplicarlas una vez a la semana está bien. También puedes reservarlas para ocasiones especiales, cuando necesites mejorar la apariencia de tu piel al instante.
No la uses varias veces. Como indican en sus empaques, las mascarillas faciales de velo son de un solo uso. Tomando en cuenta esto, intenta elegir aquellas que traten en lo posible de ser mejor para el ambiente, con empaques reciclados o reciclables, por ejemplo.
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