El actor y director, quien falleció el viernes, fue despedido ayer con un homenaje en Bellas Artes, al que asistieron Damián Alcázar y Demian Bichir
Una alfombra roja que corría por la escalera del Palacio de Bellas Artes marcaba el camino hacia la fotografía de Héctor Bonilla. Vestido de gala y haciendo un gesto de invitación a los presentes, su imagen recibió a quienes acudieron a despedirlo: amistades y familiares encabezados por su viuda Sofía Álvarez y sus hijos Fernando y Sergio Bonilla.
“Durante cuatro años y cuatro días pensaba con terror en que este día llegaría irremediablemente”, dijo Álvarez frente a las cenizas de su esposo.
“Hoy estoy aquí arropada por amigos entrañables, nuestros hijos, nuestros nietos y sé que Héctor en alguna parte me estará diciendo: ‘Sofi, te toca, ¿estamos o no estamos?’ y hoy toca agradecer”.
El actor, dramaturgo, cantautor y político mexicano falleció el 25 de noviembre debido al cáncer de riñón que le detectaron hace cuatro años.
Su humor negro, su responsabilidad y su compromiso social fueron tres de las virtudes que se resaltaron en el discurso que valientemente leyeron sus hijos y su esposa, aunque entre uno que otro silencio se escuchaba el sollozo de Sofía, quien en palabras de Bonilla, fue el amor de su vida.
Su hijo Fernando Bonilla explicó que su obra en curso El corrido del Rey Lear es un homenaje a su padre, quien hoy descansa en paz.
“Sé que se fue tranquilo, que no se quedó con nada, ni nosotros nos quedamos con nada por decir y para concluir les puedo asegurar que la única preocupación con la que se fue mi padre fue que acompañáramos a mi mamá, me lo repitió muchísimas veces”.
Los aplausos aparecían con más vehemencia cada vez que se mencionaba el título de la cinta que en 1989 Héctor produjo y protagonizó: Rojo amanecer, la cual plasmó el crimen cometido por parte del Estado contra los universitarios en la marcha de Tlatelolco del 68.
Bonilla fue estudiante de derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde también jugó futbol americano y posteriormente ingresó a la Escuela de Arte Teatral del Instituto Nacional de Bellas Artes, por lo que en el recinto, además de una porra y canciones con mariachi, se escuchó el grito universitario ¡Goya!
“Los colores azul y oro siempre lo acompañaron. Cuando hace unos días murió decidimos vestirlo y cremarlo con sus pans de los pumas y sin maquillaje”, detalló Sergio.
Damián Alcázar, Verónica Langer, Sergio Corona y Demian Bichir fueron algunos actores que despidieron a Bonilla, con quien trabajaron en cine, teatro o televisión.
“Estoy feliz y tranquilo porque al final todos vamos a estar bien. Gracias por todo, querido Héctor, te esperan tus amigos del alma, tu amado padre, tu amado pato y la vida, si dura cinco años, 20 o 120, se va rápido de todas maneras y yo siempre he creído que nos vamos a encontrar pronto en una gran fiesta”, dijo Bichir, quien compartió con él en Rojo amanecer y otras producciones.
Alcázar destacó su bondad, y Corona, su compromiso.
“Siempre me decía: ‘yo soy el artista pero tú eres el protagonista’, y así descubrí que era un hombre muy generoso. De haber estado en condiciones ayer, hubiera estado con nosotros en la marcha”, dijo Alcázar refiriéndose a la marcha en apoyo al presidente Andrés Manuel López Obrador, pues Bonilla siempre se declaró un ciudadano en favor de la izquierda política; incluso, en 2016 fue diputado constituyente con Morena.
Para cerrar el homenaje y no perder la costumbre del teatro, dieron tercera y última llamada a Bonillla, seguida de un prolongado aplauso y finalmente terminar la función.