En los últimos meses, Rusia ha lanzado una serie de ataques con misiles y drones contra ciudades en el este de Ucrania. Estos ataques han aumentado la tensión entre los dos países, y han provocado una gran preocupación entre los líderes mundiales.
Los ataques comenzaron en febrero de 2021, cuando el ejército ruso lanzó una serie de misiles de crucero contra la ciudad de Mariupol, en el este de Ucrania. Estos misiles fueron seguidos por un ataque con drones en abril, que destruyó varios edificios en la ciudad. Estos ataques han provocado daños materiales y heridas a civiles inocentes.
Las autoridades ucranianas han acusado a Rusia de violar el derecho internacional y de violar los acuerdos de paz firmados entre los dos países. El gobierno ruso ha negado estas acusaciones, alegando que los ataques no tienen nada que ver con Ucrania.
Los líderes mundiales han condenado estos ataques y han exigido que se respete el derecho internacional. La Unión Europea ha emitido una declaración condenando los ataques y exigiendo que se respete el derecho internacional. Esta declaración ha sido respaldada por Estados Unidos, Canadá y otros países.
A pesar de estas condenas, los ataques continúan. Esto ha provocado una gran preocupación entre los líderes mundiales, quienes temen que estos ataques puedan desencadenar una escalada de violencia entre Rusia y Ucrania.
Es importante que los líderes mundiales trabajen juntos para detener estos ataques y evitar que se desate una guerra entre los dos países. La única forma de lograr esto es a través del diálogo y el respeto del derecho internacional. Si los líderes mundiales no toman medidas para detener estos ataques, la situación podría empeorar y desencadenar un conflicto armado entre Rusia y Ucrania.