Personal de un centro médico ha visto helicópteros de emergencia sobrevolarlos con frustración y desesperación durante días
Tras el paso del ciclón Gabrielle en Nueva Zelanda, piden ayuda en un hospital en una localidad remota.
El personal de salud mental en la pequeña ciudad de la costa este de Te Puia Springs ha visto helicópteros de emergencia sobrevolarlos con frustración y desesperación durante días mientras se quedaban sin alimentos.
El hospital Ngāti Porou Hauora, administrado por maoríes, sólo ha sido accesible en helicóptero desde que golpeó el sistema meteorológico.
El personal ha estado haciendo frente por su cuenta para atender las necesidades médicas, de defensa civil y de emergencia, mientras obtiene pequeñas ráfagas de energía y agua de sus generadores de combustible, detalló el The New Zealand Herald.
El médico Te Ara Puketapu declaró: “Creo que los primeros dos días estuvimos bien. Vimos los helicópteros pasar y teníamos muchas esperanzas, pero volaron sobre nosotros y no teníamos electricidad, servicio de agua, internet, y muchos de nosotros tenemos hijos y nos estamos empezando a quedar sin comida”.
“Estamos haciendo lo mejor que podemos. [Queremos que la gente sepa] que todavía estamos aquí. Hemos estado escuchando la radio y todos los días que la hemos escuchado hemos sido olvidados. Todos los pueblos de los alrededores han sido mencionados menos nosotros. Pero supongo que se han dado cuenta de que no saben lo que está pasando”.
“No tenemos dónde mantener [los alimentos] congelados. Mi casa olía a carne muerta y tengo sangre goteando por todas partes, y no tenemos agua ni siquiera para limpiar eso. Se está poniendo un poco más difícil, nos han dicho que no tendremos electricidad por otra semana. Acabo de lavar a mi hija con un poco de agua embotellada”, dijo.
El líder del equipo de salud mental del hospital Te Puia, Hine Haig, dijo que “hasta ahora no han perdido ninguna vida y estamos muy agradecidos por eso”.
“Estamos empapados de agua pero nos hemos quedado sin agua. ¿Como suena eso?”, declaró.
Haig dijo que este viernes fue la primera vez que hubo electricidad para algunos residentes en Te Puia desde el lunes.
Haig dijo que la emergencia había demostrado la fortaleza de la comunidad y su amor mutuo. “Estamos un poco desconectados. Dirigimos nuestra defensa civil a nuestra manera, y es una forma asombrosa de hacerlo. Simplemente lo estamos ejecutando como un día normal”.
El balance
Al menos ocho personas murieron en Nueva Zelanda por el ciclón Gabrielle, entre ellas una niña de dos años que fue arrastrada por las aguas, informaron el viernes las autoridades.
La tormenta se ha desvanecido en el Pacífico Sur pero dejó tras de sí un rastro de destrucción y sufrimiento en la Isla Norte, una de las dos principales islas de Nueva Zelanda.
Cerca de 10 mil personas tuvieron que desplazarse y varias ciudades y pueblos siguen sin electricidad ni agua potable.
Según las administraciones locales, hay decenas o incluso centenares de comunidades con las que todavía no se pudo contactar.
*Con información de AFP