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Demasiada sal, peligro en Zaporiyia, sanciones de EEUU, legalización del cannabis… las noticias del jueves

Consumimos demasiada sal. Según la Organización Mundial de la Salud, hasta un 200% más de lo recomendado.

El sodio, un nutriente esencial, aumenta el riesgo de cardiopatías, accidentes cerebrovasculares y muerte prematura cuando se consume en exceso. La principal fuente de sodio es la sal de mesa (cloruro sódico), pero también lo contienen otros condimentos como el glutamato sódico.

Un informe de la agencia de la ONU muestra que sólo el 5% de los Estados están protegidos por políticas obligatorias de reducción del sodio y que el 73% carece de un catálogo completo de tales políticas.

El cumplimento de esas medidas podría salvar unos siete millones de vidas en todo el mundo de aquí a 2030. Reducir la sal es un factor importante para rebajar las muertes por enfermedades no transmisibles, una meta incluida en los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Pero hoy en día, sólo nueve países, Brasil, Chile, Chequia, Lituania, Malasia, México, Arabia Saudí, España y Uruguay, cuentan con una regulación completa para reducir la ingesta de sodio.

Además de a los legisladores, la OMS hace un llamamiento a “todos los fabricantes para que apliquen sus valores de referencia para el contenido de sodio en los alimentos”.

Entre las principales recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud para reducir el consumo de sal, figuran:

  • Reformular los alimentos para que contengan menos sal
  • Establecer políticas para limitar la sal en instituciones públicas como hospitales, escuelas, lugares de trabajo y residencias de ancianos
  • Añadir un etiquetado en la parte frontal del envase que ayude a seleccionar productos más bajos en sodio
  • Crear campañas de comunicación para cambiar el comportamiento y reducir el consumo de sal

Centrales nucleares en Ucrania: Estamos jugando a los dados

La central nuclear de Zaporiyia, en Ucrania.

La central nuclear de Zaporiyia, en Ucrania.

La central nuclear de Zaporiyia perdió la madrugada del miércoles la electricidad necesaria para enfriar los reactores después de que la línea de 750 kilovoltios que alimentaba la estación fue desconectada.

Como consecuencia, se activaron los 20 generadores diésel de emergencia de la planta. En la actualidad, ocho de estos generadores suministran la energía esencial, mientras que el resto está en modo de espera. Y tienen gasóleo suficiente para 15 días de funcionamiento.

Gracias a ello, las dos unidades de las seis de la central que estaban paradas en caliente están ahora paradas en frío.

Sin embargo, el director del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) ha asegurado que cada vez que se produce un incidente de este tipo, “estamos jugando a los dados”.

Si permitimos que esto continúe una y otra vez, un día se nos va a acabar la suerte”, dijo Mario Grossi, que llamo a la comunidad internacional a comprometerse en la protección y la seguridad de la planta nuclear.

Las sanciones de EEUU violan el derecho a la presunción de inocencia, según experta

Comienza en Ginebra la 52ª Sesión Ordinaria del Consejo de Derechos Humanos.

ONU/Violaine Martin

“Estados Unidos lleva años imponiendo sanciones a personas y entidades sin jurisdicción penal nacional y en ausencia de jurisdicción universal”, afirmó la relatora especial Alena Douhan.

La experta independiente de la ONU sobre el impacto negativo de las medidas coercitivas unilaterales en el disfrute de los derechos humanos dijo que esta actuación de Estados Unidos supone una “clara violación de las garantías procesales, incluida la presunción de inocencia y el derecho a un juicio justo”.

Esos derechos están garantizados por el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que Estados Unidos ha ratificado y debe aplicar plenamente.

“Las sanciones unilaterales se dirigen contra individuos en el extranjero por presuntas actividades fuera de Estados Unidos, incluidas actividades que son legales donde ocurren“, dijo Douhan, que añadió que el temor a las sanciones estadounidenses ha llevado a muchas empresas e instituciones financieras extranjeras a cumplirlas en exceso para reducir sus riesgos. Esto no hace sino agravar el impacto de las sanciones sobre los derechos humanos”.

Cannabis.

© Unsplash

La legalización del cannabis no ha logrado reducir el consumo de drogas y los mercados ilícitos de estupefacientes persisten, según el informe anual de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), correspondiente a 2022.

La tendencia a la legalización del consumo de marihuana con fines recreativos ocupa gran parte del nuevo informe, que manifiesta una gran preocupación por la expansión de la industria del cannabis, que comercializa los productos a base de esa sustancia de una forma que atrae a la juventud y le resta importancia a los daños que puede causar el consumo del cannabis de potencia elevada.

“Vemos con preocupación la trivialización con respecto al uso no médico del cannabis, la tendencia a su legalización, principalmente en Latinoamérica y Europa”, dijo César Arce Ríos, vicepresidente segundo de la JIFE, en entrevista con Noticias ONU.

Source: news.un.org

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