El Mecanismo Trilateral, compuesto por las Naciones Unidas, la Unión Africana y la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD), acogió con satisfacción el acuerdo alcanzado este viernes entre las Fuerzas Armadas Sudanesas y las Fuerzas de Apoyo Rápido, por el que se comprometen a proteger a la población civil de Sudán.
La Declaración de Compromiso para Proteger a la Población Civil de Sudán se firmó hoy en la ciudad de Yeda, en Arabia Saudí.
“Se trata de un primer paso importante para aliviar el sufrimiento humano y proteger la vida y la dignidad de los civiles en Sudán”, reza el comunicado emitido por la alianza tripartita.
El Mecanismo instó a las partes a convertir estos compromisos en acciones significativas sobre el terreno. Para lograrlo, considera necesario que las partes transmitan “instrucciones claras e inequívocas a los rangos inferiores” para que faciliten el paso seguro de la ayuda humanitaria, el restablecimiento de los servicios esenciales, la retirada de las fuerzas de hospitales y clínicas, y el entierro respetuoso de los muertos.
Asimismo, expresó su disposición a apoyar a las partes “para lograr la plena aplicación de la Declaración de Compromisos”, y subrayó la importancia de contar con un “apoyo continuo y coordinado” de la comunidad internacional en un momento que calificó de “crítico”.
Por último, llamó a las partes a que sigan participando en el proceso de manera constructiva y, en última instancia, a llegar “a un cese permanente de las hostilidades con un mecanismo sólido de supervisión y verificación”.
Los refugiados llegan a zonas con poca o ninguna infraestructura
Mientras tanto, los civiles sudaneses siguen siendo las principales víctimas de los enfrentamientos en la nación africana.
La portavoz de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) dijo hoy en rueda de prensa en Ginebra que unos 200.000 refugiados y retornados se vieron obligados a huir del país.
A esta cifra, añadió los cientos de miles de desplazados internos que generó el conflicto y aseguró que “muchos más” siguen “confinados en sus hogares, sin poder satisfacer sus necesidades”.
Olga Sarrado explicó que la respuesta humanitaria en la nación africana “es difícil y costosa, ya que los refugiados y repatriados están llegando a zonas fronterizas remotas donde los servicios y las infraestructuras son escasos o inexistentes y la población de acogida ya estaba sufriendo debido al cambio climático y la escasez de alimentos”.
Agregó que la situación puede empeorar con la llegada de la próxima temporada de lluvias que “dificultará aún más la logística, ya que muchas carreteras quedarán intransitables”.
La vocera señaló que tras la respuesta de emergencia inicial, hace falta una actuación más amplia que requerirá “una financiación significativa”, que se detallará durante los próximos días.
Sarrado apuntó que en esta ocasión “el apoyo del sector privado fue lento en comparación con otras emergencias, a pesar de la urgencia y gravedad de la crisis para los refugiados y desplazados internos”.
Recalcó que se trata de una situación “especialmente crítica”, ya que la respuesta humanitaria en Sudán y en los países vecinos -Chad, Sudán del Sur y Etiopía-, ya carecía de fondos al comienzo de los combates, el pasado 15 de abril.
Arde una fábrica que producía alimentos para niños desnutridos
Las malas noticias siguieron con la intervención del portavoz del Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF), que anunció la destrucción de la fábrica que producía el 60% de los alimentos de uso terapéutico para tratar a los niños desnutridos de Sudán.
James Elder informó que en el incendio de la factoría de Jartum se destruyeron 14.500 envases destinados a proporcionar ayuda alimentaria al mismo número de menores sudaneses durante las próximas seis a ocho semanas.
Hasta el momento se desconoce si el incendio de la fábrica fue intencionado o accidental, abundó el portavoz.