Cancún, Quintana Roo.- Jesús Cuevas González, Certificador de Operación de Piscinas en México, dio a conocer que estadísticas en el país destacan que 3 de cada 4 albercas tienen un detalle en cuanto al manejo del agua, ya que no cumple con los parámetros que marca la Norma 245, que tiene como objetivo minimizar y controlar riesgos a la salud de los usuarios.
Explicó que una piscina cuando huele a cloro, se asume que el químico hace su labor desinfectante y no tiene ningún problema, pero cuando ese olor es muy penetrante es cuando podría tener una variación de parámetros muy radical.
“Se pueden generar problemas desde nivel piel, ojos e incluso hasta cuestiones más fuertes como ingerir agua y contraer hepatitis”, afirmó.
Cuevas González aseguró que se debe de tener mayor control del mantenimiento, normas más rígidas para que esto sea más puntual y que, aunque las piscinas que se tienen en la industria hotelera son bonitas, también tienen una carencia en la capacidad de filtración o de circulación del área requerida, lo que hace que los parámetros del agua no estén siempre con el grado de desinfección requerido.