El Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha entregado ya el primer lote de ayuda en Libia tras las devastadoras inundaciones que han causado miles de muertos y más de 10.000 heridos y desaparecidos.
En los próximos días, el Programa se propone llegar a más de 5000 familias, cuyas vidas dieron un vuelco cuando dos presas cercanas a la ciudad portuaria de Derna reventaron por las lluvias provocadas por el huracán Daniel durante el fin de semana.
El martes, el PMA, junto a LibAid, comenzó a distribuir raciones de comida, que incluyen azúcar, pasta, arroz, harina de trigo, pasta de tomate, judías blancas y aceite de cocina, a cientos de familias en 16 localidades de Bengasi.
UNICEF, que trabaja en el país, está movilizando suministros médicos, kits de higiene y ropa para ayudar a los niños y familias gravemente afectadas por las inundaciones.
Barrios enteros de Derna, y sus habitantes, desaparecieron arrastrados por el agua tras el colapso de las dos vetustas presas, creando una situación catastrófica.
Según informaciones de prensa, el gobierno de Trípoli, reconocido internacionalmente, declaró que habían muerto al menos 2300 personas, mientras que la administración oriental, que controla Derna, afirmó que se habían encontrado más de 5300 cadáveres. Miles de personas siguen desaparecidas, y un ministro de la administración oriental declaró: “El mar arroja constantemente decenas de cadáveres”.
Al menos 34.000 personas se han visto desplazadas en las zonas afectadas por las inundaciones, y las imágenes que llegan del país muestran escenas desgarradoras, con montañas de escombros, coches aplastados y bolsas de cadáveres por las calles.
Problemas de acceso
Las carreteras y puentes sufrieron grandes daños debido a la tormenta Daniel, lo que dificultó enormemente el acceso al este de Libia.
En Derna, de las siete entradas de la ciudad, sólo dos desde el sur son actualmente transitables y los tres puentes del centro quedaron destruidos, por lo que la ciudad es prácticamente inaccesible.
Estas limitaciones de acceso plantean retos importantes para la entrega de ayuda humanitaria, las operaciones de búsqueda y rescate y la respuesta global a la crisis.
El Gobierno y el Ejército Nacional Libio (LNA) lideran las operaciones de rescate junto a la Media Luna Roja Libia y LibAid y voluntarios locales. Las autoridades han hecho llamamientos urgentes para que acudan equipos especializados en rescatar a las personas atrapadas bajo los escombros y en las aguas.
Dinero del fondo de emergencia
El responsable de la ayuda humanitaria de la ONU, Martin Griffiths, anunció la asignación de 10 millones de dólares del Fondo Central de Respuesta a Emergencias de la ONU.
La coordinadora de las Naciones Unidas en Libia, Georgette Gagnon, ha desplegado a un equipo de 12 especialistas en respuesta de emergencia para que apoye a las autoridades locales en los rescates y preste asistencia a las comunidades desplazadas.
El Secretario General expresó en un comunicado su solidaridad con el pueblo y las autoridades de Libia y recalcó que la ONU está colaborando con socios locales, nacionales e internacionales para hacer llegar la ayuda humanitaria urgentemente a los habitantes de las zonas afectadas.
Un país en conflicto y con miles de migrantes
Libia está bajo el control de dos administraciones rivales: el Gobierno de Trípoli, reconocido internacionalmente, y las autoridades asentadas junto con el Parlamento en el este del país.
La prolongada crisis política y el conflicto han minado los servicios públicos, especialmente en los de salud, protección social y educación. Para las personas ya desplazadas y necesitadas, esta catástrofe agrava las pérdidas y el sufrimiento.
Además, Libia se ha convertido en un puerto de salida para los migrantes de más de 40 países que se dirigen a Europa, y que con toda probabilidad también se han visto gravemente afectados por las inundaciones, advirtió la agencia de la ONU para las migraciones (OIM).
“En este momento hay unos 600.000 migrantes en Libia y somos conscientes de que en algunas de las zonas afectadas hay poblaciones de migrantes, pero en esta primera fase y [dados] los numerosos problemas de acceso a los que nos enfrentamos nosotros y los encargados de la respuesta humanitaria, no tenemos una idea clara de hasta qué punto se han visto afectados”, declaró el portavoz de la OIM, Paul Dillon.
ACNUR, la agencia de la ONU para los refugiados, teme por la seguridad de unos mil refugiados, la mayoría de Sudán y Siria.