Al menos 63.285 personas murieron o desaparecieron en las rutas migratorias de todo el mundo entre 2014 y 2023 y la mayoría de las muertes se produjeron por ahogamiento, según los datos recopilados por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Un informe sobre el Proyecto Migrantes Desaparecidos mostró que la mayoría de las muertes y desapariciones (28.854) se produjeron en el mar Mediterráneo, seguido de África y Asia.
Casi el 60% de las muertes documentadas fueron ahogamientos y más de un tercio de los identificados procedían de países en conflicto, como Afganistán, Myanmar, Siria y Etiopía.
Los datos muestran que el año más mortífero para los migrantes en la última década fue 2023, cuando se registraron 8541 muertes en parte debido a un fuerte aumento de los naufragios en el mar Mediterráneo.
En lo que va de 2024, las tendencias son igual de alarmantes que el año pasado. Sólo en la ruta marítima del Mediterráneo, aunque las llegadas este año son significativamente menores (16.818) en comparación con el mismo periodo de 2023 (26.984), el número de muertes es casi tan alto como el de un año antes, con 956 registradas desde el 1 de enero.
Sin identificar, sin notificar
La OIM señaló que el número de muertes no identificadas sigue siendo elevado, más de dos de cada tres migrantes, lo que hace que las familias y las comunidades tengan que lidiar con la falta de claridad sobre lo que le ocurrió a un amigo o pariente. Hasta la fecha, los datos del Proyecto Migrantes Desaparecidos de la agencia de la ONU muestran que no se han recuperado los restos de 26.666 personas que murieron mientras emigraban.
“A pesar de las muchas vidas perdidas cuyas identidades siguen sin conocerse, sabemos que casi 5500 mujeres han perecido en las rutas migratorias durante los últimos 10 años y el número de niños identificados es de casi 3500”, declaró Ugochi Daniels, subdirectora general de Operaciones de la OIM, al comentar los recientes hallazgos. Sin embargo, el informe sugiere que el número real de muertes de mujeres y niños es probablemente mucho mayor: hay más de 37.000 muertos de los que no se dispone de información sobre sexo o edad.
Llamamiento a vías seguras
Según el estudio, más de uno de cada tres migrantes fallecidos cuyo origen se ha podido identificar procede de países en conflicto o con una gran población de refugiados. Esto pone de relieve los peligros a los que se enfrentan quienes intentan huir de zonas de conflicto sin vías seguras, subraya la agencia. La ruta más mortífera es la del Mediterráneo Central, donde al menos 23.092 personas han muerto desde 2014.
“El número de víctimas entre las poblaciones vulnerables y sus familias nos urge a convertir la atención sobre los datos en acciones concretas”, expresó Daniels, abogando por una recopilación de información más detallada que facilite la creación de rutas migratorias más seguras para las personas que huyen de los conflictos y la aflicción en sus países de origen.
La OIM ha adoptado un nuevo Plan Estratégico 2024-2028 cuyo primer objetivo es salvar vidas y proteger a las personas en movimiento. Para ello, la OIM pide a los países y a otros socios que trabajen conjuntamente para poner fin a las muertes de migrantes y hacer frente a las consecuencias de las decenas de miles de vidas que se pierden en las rutas migratorias de todo el mundo.