Benjamin Cabello
- El llamado se hizo en su XLVI convención internacional
- Tan solo en Latinoamérica se registran fraudes por 431 mdd
La Asociación Mexicana de Agencias de Viajes (AMAV), celebro este fin de semana su XLVI Convención Internacional, la cual se realizado en Ixtapa –Zihuatanejo, donde se llamó a los agremiados a cerrar filas para combatir el fraude cibernético.
Y es que se dio a conocer, que durante la pandemia la cifra de llamadas por este motivo pasó de 250 a 470 por hora, lo que representa un quebranto de 431 millones de dólares tan solo en Latinoamérica.
Eduardo Paniagua Morales, presidente nacional de la AMAV, reveló que en tan sólo siete días se registraron más de cuatro mil millones de llamadas con intención de fraude, de las cuales el 1% logró consumarse, poniendo incluso en riesgo la integridad física de los afectados “por ahorrarse unos pesos”.
Cabe mencionar que sólo 526 mil de los casos fueron procesados, como resultado de una denuncia directa o en redes sociales.
Por ello, ante la gravedad de esta situación se informó que esta Asociación buscará que la Cámara de Diputados legisle para tipificar esta práctica como delito grave sin derecho a fianza.
Esto permitirá también, que la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) pueda inmovilizar las cuentas de los defraudadores, pues México ocupa el primer lugar en incidencia en Latinoamérica.
Como ejemplo, compartió que en diciembre pasado un hotel del Pueblo Mágico de Huasca registró 40 fraudes cibernéticos, cifra similar a la que reporta la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) en dos años.
Dijo que es difícil hacer una sectorización de donde hay más de estos fraudes, pero dijo que ante las estadísticas que registra el Caribe Mexicano es de suponer que un alto número de fraudes también se presentan en Quintana Roo, por lo que se debe actual para evitar estos ilícitos ante potenciales visitantes al estado
Afirmó que los agentes de viajes son la solución y fuerza para resolver este grave problema en México, que pone en riesgo también a la persona de ser secuestrada debido al manejo de sus datos personales que realizan los delincuentes.
