Militares y ciudadanos despiden en ceremonia luctuosa a la labrador color miel que se convirtió en símbolo de esperanza para México durante el 19-S
“Mi gordita [Frida], muchas gracias por este tiempo de enseñanza y compañía, le diste mucho a nuestra nación, a la humanidad y, en mi caso, me diste tanto que no tengo palabras, tú sabes que hubiera querido cerrar tus ojitos, estar contigo en los últimos momentos”, expresó el último manejador de Frida, el segundo maestre retirado de la Secretaría de Marina Israel Arauz.
Durante la ceremonia luctuosa de la perrita labrador color miel que falleció el 15 de noviembre y se convirtió en símbolo de esperanza durante su participación en las labores de rescate en el sismo del 19 de septiembre de 2017, el maestre agradeció a sus compañeros todo lo que hicieron por ella hasta su último ladrido.
“Tu partida significa mucho para esta institución y México pierde un gran canino naval; en mi caso te llevas parte de mí, pierdo una amiga, es un dolor profundo no poder mirarte, acariciarte, bañarte… salir a entrenar y pedirte ese ladrido de energía y de esperanza.
“Te voy a extrañar siempre y me quedo con tu carita en mi mente, tus juegos, travesuras después del baño y que salíamos a jugar, creo que naciste con una gran estrella y ahora eres una de ellas, simplemente no quiero decirte adiós. Así que sólo voy a hablarte como siempre, nos vemos gordita, hasta la próxima misión”, dijo con la voz entrecortada. El manejador de Frida recibió aplausos de los presentes, quienes llevaron a sus perros por invitación de la Semar, difundida en redes sociales.
Ante el secretario y almirante José Rafael Ojeda Durán, Arauz recordó que también participaron en el rescate de personas por el terremoto en Ecuador.
“Mi querida Frida, mi querida gorda, era abril de 2016, un terremoto de consecuencias fatales destrozó al país hermano de Ecuador, necesitaban ayuda y México estaba dispuesto a colaborar; entre los caninos ibas tú.
“Entre las estructuras más colapsadas y las zonas más peligrosas te mostraste seria y determinante, esa era la señal”, manifestó a un costado de la figura de bronce de la perrita, en la que porta sus botitas de seguridad, goggles y equipo táctico.
Acompañado de integrantes de la Unidad de Búsqueda y Rescate Urbano, perteneciente a la Semar, Arauz señaló que fueron momentos muy tristes, y una de las escenas difíciles que han visto fue entre los escombros, donde la perrita localizó a una familia, un padre y una madre que intentaron proteger a su pequeña hija con sus cuerpos.
“Los tres perdieron la vida, estaban fundidos en un eterno abrazo, fueron parte de un destino fatal, sin duda tú les diste la oportunidad de tener una sepultura digna y un adiós con mucho amor. A muchos [les] diste una nueva esperanza para continuar en esta vida al contribuir con su rescate, a otros, como esta familia, les diste el consuelo hacia la vida eterna. Hoy hacemos lo mismo contigo, honramos tu existencia y te decimos hasta pronto”, externó.
En la ceremonia, el almirante Rafael Ojeda depositó la urna con las cenizas de Frida bajo su estatua, frente a la cual se colocaron arreglos florales.
Anunció que, a partir de ayer, la unidad de rescate de la Marina portará la imagen de Frida al acudir a zonas de desastre.
Durante el evento, que se efectuó en Calzada de la Virgen, en el sur de la Ciudad de México, los elementos portaron una casaca con la imagen de la perrita con la leyenda: “No se puede vencer a quien no sabe rendirse”.
El secretario aseveró que, gracias a sus nobles actos, Frida se convirtió en símbolo de amor, esperanza y solidaridad.
Destacó su alegría, valentía, coraje y tenacidad, valores que se encuentran en el actuar de cada integrante de la institución, mismos que aprendió de sus instructores, a quienes les reconoció y agradeció por todo lo que hicieron por ella: “La hicieron simple y sencillamente eterna, la hicieron un ejemplo a seguir”.
Los presentes escucharon el corrido de la perrita y se tomaron fotos con la escultura; recibieron un folleto con su historia y un termo con su imagen.