Existen decenas de plásticos cuyo costo disminuyó a pesar de que el Banco de México ha aplicado las mayores alzas de tasas de interés en la historia
Así es, amable lector, aunque parezca sacado del programa de televisión, ¡Aunque usted no lo crea!, de Ripley, protagonizado por el actor Jack Palance, hay tarjetas de crédito que son más baratas que hace un año, aun con las alzas en tasas que ha aplicado el Banco de México (Banxico) para combatir la inflación.
Los bancos privados utilizan la tasa de la autoridad para determinar los intereses que le cobran a usted por los préstamos, de acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).
Luego de que Banxico ha subido su principal tasa de 4% a un máximo histórico de 9.25% entre junio de 2021 y septiembre pasado, es normal que piense que todas las tarjetas de crédito aumentaron de costo en el último año.
Sin embargo, la mayoría de plásticos apenas han subido e, incluso, existen decenas de productos que muestran menores costos, revelaron Banxico y la Condusef.
Clásicas, las más baratas
Comenzamos con las tarjetas Clásicas con límite de crédito menor o igual a 4 mil 500 pesos, cuyo Costo Total Anual (CAT) incluye la tasa de interés, comisiones, cuotas y seguros según el plástico.
La tarjeta Hey, de Banregio, tenía un CAT de 43.7% en junio de 2021, el cual se redujo un año después a 26.5%.
El CAT de la Clásica, de Banorte, bajó de 126.2% a 122.8% durante el mismo periodo; mientras el costo de la tarjeta Crea, de BBVA, disminuyó de 120.3% a 113.9%.
Ahora pasemos con las tarjetas Clásicas con límite de crédito de 4 mil 501 a 8 mil pesos. El producto Volaris 0, de Invex, tenía un CAT en junio de 2021 de 71.1% y en el mismo mes de este año fue de 58.1%.
La Visa Clásica Garantizada, de Bajío, pasó de 74.4% a 71%; en tanto la tarjeta IPN, de BBVA, se abarató de 116.6% a 104.7%.
En el caso de las tarjetas Clásicas con límite de crédito de 8 mil 1 a 15 mil pesos destaca el caso del producto Rayados, de BBVA, cuyo CAT disminuyó en el último año de 102.6% a 88.5%.
También se encuentra el plástico Zero, de HSBC, que pasó de 91.6% a 90.6%; así como la Azul, de BBVA, de 102.7% a 86.1%.
Tarjetas oro y platino también se abaratan
Finalmente pasamos a los productos tipo Oro y Platino. En el caso de los primeros sobresale la tarjeta BanRegio, cuyo CAT cayó de 44.8% a 34.1%; la Oro, de BanCoppel, de 63.7% a 61.7%; y la Oro, de BBVA, de 84.2% a 70.2%.
En cuanto a las segundas se encuentra la Volaris, de Invex, que se abarató de 28.7% a 27.2%; y la Visa Platinum Internacional, de Bajío, de 29% a 28.6%, de acuerdo con la información que las instituciones financieras reportan a Banxico y la Condusef.
El crédito vigente mediante tarjetas sumó 414 mil millones de pesos en agosto de este año, 7.1% más que en el mismo mes de 2021 y se trató del mayor incremento desde noviembre de 2013 en términos reales, es decir, tras restar la inflación, según el banco central.
No sólo los préstamos vía plásticos han aumentado, sino también los créditos personales, cuyo saldo creció 7.6% y es la mayor alza en más de cinco años; mientras los financiamientos de nómina aumentaron 6.2%.
Si los mexicanos tuvieran más acceso al sistema financiero, habría mayor demanda de productos y competencia en el mercado, porque los bancos buscarían captar más clientes mejorando su oferta, opinó Luis Adrián Muñiz, subdirector de Análisis Económico de Vector Casa de Bolsa.
Desde su punto de vista, el canal de transmisión de política monetaria asociado al crédito es relativamente bajo o tiene poco poder en México, debido a la escasa penetración bancaria.
“Si las tasas de las tarjetas de crédito no fueran tan altas y estuvieran más apegadas a la tasa de Banxico, probablemente sí habría un efecto importante de la política monetaria del banco central”, agregó Muñiz.
El presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), Daniel Becker, descartó que el consumo de crédito pueda perder ritmo como resultado de la mayor tasa de Banxico.
“Todavía no hemos visto una disminución de demanda, siempre hay un retraso entre la demanda de crédito y las tasas de interés. La historia, estadísticamente hablando, nos ha enseñado que la demanda de créditos se asocia mucho más a una expectativa de crecimiento económico”, dijo ayer en un foro organizado por la procesadora de pagos Prosa.